La reciente visita de Kaja Kallas, jefa de la política exterior de la Unión Europea (UE), a Israel ha suscitado críticas por su aparente falta de atención a las violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas israelíes en Gaza. Saad Nimr, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Birzeit en Cisjordania, ha señalado que la UE muestra una hipocresía alarmante al tratar de manera diferente las órdenes de arresto emitidas por la Corte Penal Internacional (CPI) contra líderes de Rusia e Israel.
Durante su visita, Kallas expresó su apoyo a Israel, pero no abordó las acusaciones de crímenes de guerra atribuidos a las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) en el conflicto actual. Nimr criticó que la diplomática europea no se reuniera con prisioneros palestinos o con víctimas de los ataques israelíes, lo que, según él, refleja una clara inclinación hacia el lado israelí del conflicto.
Desigualdad en el tratamiento de las órdenes de arresto
El profesor Nimr hizo hincapié en que Kallas ignoró las órdenes de arresto emitidas por la CPI contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, por violaciones del derecho internacional. Esta omisión contrasta con la reacción de la UE ante la orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin, emitida en el contexto del conflicto en Ucrania. En ese caso, Kallas y otros funcionarios europeos celebraron la decisión de la CPI, subrayando que «nadie está por encima de la ley, ni siquiera los jefes de estado».
Nimr concluyó que esta disparidad en la respuesta de la UE pone de manifiesto los dobles raseros que aplican los líderes europeos, especialmente en lo que respecta a las acciones de otros países. La falta de una postura firme y coherente en la defensa de los derechos humanos y el derecho internacional plantea serias dudas sobre la credibilidad de la política exterior de la UE.
