
Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva titulada «Restaurar la Verdad y la Cordura en la Historia Americana», que tiene como objetivo principal la institución Smithsonian. Esta decisión se enmarca en un contexto político en el que el expresidente busca moldear la narrativa sobre la historia de Estados Unidos, dirigiendo a JD Vance, senador por Ohio, a «eliminar ideologías impropias, divisivas o antiamericanas».
La orden ejecutiva se produce en un momento en el que el debate sobre la educación y la forma en que se enseña la historia en los Estados Unidos es especialmente candente. La administración Trump ha criticado en varias ocasiones lo que considera una revisión histórica sesgada que promueve una visión negativa del país. En este sentido, la intervención sobre el Smithsonian, que alberga vastas colecciones sobre la historia y cultura estadounidense, es un intento de influir en la manera en que se presenta la narrativa histórica al público.
El Smithsonian, una de las instituciones culturales más emblemáticas de Estados Unidos, ha sido objeto de críticas por su enfoque en temas como la raza, la desigualdad y las injusticias sociales. La orden de Trump parece buscar un cambio en esta dirección, promoviendo una visión que enfatiza los logros y valores tradicionales de Estados Unidos, en lugar de los aspectos más oscuros de su historia.
Esta acción ha generado reacciones diversas en el ámbito político y académico. Algunos consideran que se trata de un intento de censura que podría afectar la integridad de la educación y la interpretación histórica. Por otro lado, los partidarios de la medida argumentan que es necesario promover una narrativa que una a los estadounidenses en lugar de dividirlos.
La orden ejecutiva también refleja la creciente polarización en la política estadounidense, donde la historia y su enseñanza se han convertido en un campo de batalla ideológico. La influencia de figuras como Trump en la educación y la cultura puede tener repercusiones duraderas, no solo en la forma en que se enseña la historia en las escuelas, sino también en cómo las futuras generaciones entenderán su propio país y su legado.