
La industria nuclear se encuentra en una carrera para lanzar reactores avanzados de pequeño tamaño para principios de la próxima década, con el objetivo de satisfacer la creciente demanda de electricidad del sector tecnológico, que busca alimentar la inteligencia artificial. Este contexto se presenta como una respuesta a las limitaciones de la tecnología de reactores de agua presurizada, que ha dominado el mercado durante más de 70 años, pero que ha demostrado ser extremadamente costosa de construir en Estados Unidos en el siglo XXI.
El primer nuevo reactor nuclear completado en décadas, los reactores 3 y 4 de la planta Vogtle en Georgia, costó aproximadamente 18 mil millones de dólares más de lo esperado y se inauguró siete años después de lo previsto. Cada uno de estos reactores puede generar 1,114 megavatios de electricidad, suficiente para más de 800,000 hogares. Chris Levesque, CEO de TerraPower, una empresa de reactores avanzados cofundada y respaldada por Bill Gates, enfatiza que «hacer estas nuevas construcciones con esa tecnología antigua de alta presión es simplemente inasequible».
A pesar del creciente interés en reiniciar reactores cerrados, como Palisades en Michigan y Three Mile Island en Pennsylvania, sigue existiendo una considerable reticencia hacia la construcción de nuevas plantas. Las promesas de los reactores avanzados en desarrollo incluyen huellas más pequeñas y ligeras que podrían hacerlos más económicos y rápidos de construir. Sin embargo, la industria está saturada con más de 90 tecnologías diferentes en diversas etapas de desarrollo en todo el mundo, según la Agencia de Energía Nuclear.
Desarrollo y financiamiento de reactores avanzados
Las empresas de servicios públicos y del sector tecnológico deben reducir el número de competidores a cinco o diez con la tecnología adecuada, plantea John Ketchum, CEO de NextEra Energy, la mayor empresa de energía en EE.UU. por capitalización de mercado. Ketchum menciona que muchas de estas nuevas startups nucleares están subcapitalizadas, lo que hace necesario seleccionar aquellas que realmente merecen el respaldo financiero.
Ketchum prevé que el primer reactor avanzado podría entrar en funcionamiento alrededor de 2031 en EE.UU., con más unidades potencialmente en camino hacia 2035. Las grandes empresas tecnológicas actuarán como catalizadores en esta transición, dado su inmenso requerimiento de electricidad junto con su capacidad financiera. Compañías como Alphabet, Amazon, Meta y Microsoft tienen un valor combinado siete veces mayor que el total del sector de servicios públicos del S&P 500.
TerraPower se ha convertido en la primera empresa de reactores avanzados en EE.UU. en pasar de la fase de diseño a la construcción, comenzando la construcción de su primera planta cerca de un antiguo sitio de carbón en Kemmerer, Wyoming, en el verano de 2024. El reactor Natrium de TerraPower opera a temperatura atmosférica, lo que, según Levesque, reducirá los costos de construcción. Esto contrasta con los reactores actuales que operan a temperaturas superiores a 300 grados Celsius y requieren componentes pesados y costosos para contener la presión.
El reactor Natrium utiliza sodio como refrigerante, lo que permite evitar la presión alta que caracteriza a los reactores tradicionales. Levesque estima que las plantas Natrium costarán aproximadamente la mitad de lo que se requiere para construir una planta nuclear convencional, y que los precios disminuirán a medida que se construyan más unidades.
X-Energy es otra de las empresas que ha logrado asegurar una inversión directa de una empresa tecnológica, recibiendo cientos de millones de dólares de Amazon para construir su reactor Xe-100. Este reactor de 80 megavatios se venderá en paquetes de cuatro unidades para construir un total de 320 megavatios. El reactor utiliza gas helio como refrigerante y cuenta con un combustible propio que consiste en gránulos de grafito que contienen núcleos de uranio encapsulados en cerámica, lo que proporciona una seguridad intrínseca al diseño del reactor.
Por su parte, Kairos Power ha firmado un contrato con Google para desplegar múltiples reactores avanzados, con el objetivo de suministrar 500 megavatios de energía. Su reactor de 75 megavatios funcionará a presión casi atmosférica utilizando sal fundida como refrigerante, similar a la tecnología empleada por TerraPower. Esta tendencia hacia tecnologías más seguras y eficientes podría marcar un nuevo capítulo en la historia de la energía nuclear, impulsando no solo la innovación, sino también un enfoque más responsable ante el desafío energético global.