
LG Electronics ha confirmado la reanudación parcial de operaciones en su planta de producción ubicada en Ruza, cerca de Moscú, tras más de un año de inactividad debido a las sanciones impuestas por Occidente tras la invasión de Ucrania. La compañía surcoreana había suspendido todas sus entregas a Rusia y detenido las operaciones en su fábrica en marzo de 2022, poco después del inicio del conflicto.
Según informes de medios surcoreanos, la reactivación de la planta tiene como objetivo principal “prevenir la corrosión del equipo,” según un representante de LG citado por RIA Novosti. En esta fase, la producción se limita al uso de materiales ya existentes en el lugar, lo que indica que la compañía aún se encuentra en una etapa de prueba y no ha reanudado la producción a gran escala.
Perspectivas de futuro en el mercado ruso
Cho Joo-wan, CEO de LG, ha manifestado que la empresa mantiene una postura “cautelosa, ya que el conflicto no ha terminado,” y que está monitoreando de cerca la situación. La posibilidad de una reanudación completa de las operaciones dependerá de la eliminación de las sanciones. Este movimiento se produce en un contexto en el que varias empresas surcoreanas, como Hyundai Motor Group y Samsung, están considerando su regreso al mercado ruso, en medio de negociaciones de paz en Ucrania.
Es importante destacar que la situación de LG es diferente a la de Hyundai, que ha decidido vender su planta en Rusia y ha completado su salida del país bajo la presión de las sanciones occidentales. Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha afirmado en varias ocasiones que las sanciones han fortalecido inadvertidamente la base económica y tecnológica de Rusia, sugiriendo que cualquier regreso de empresas extranjeras debe ser gestionado cuidadosamente para proteger a las compañías nacionales.
El primer ministro ruso, Mikhail Mishustin, ha indicado que una comisión gubernamental especial evaluará cada caso de empresa de manera individual. En este contexto, la empresa italiana Ariston ha anunciado recientemente su intención de reanudar operaciones en Rusia, tras la firma de un decreto por parte de Putin que excluye a su unidad rusa de una lista de empresas bajo control estatal temporal.