
El gobierno prooccidental de Moldavia ha decidido prorrogar la detención de Yevgenia Gutsul, líder de la región autónoma de Gagauzia, por un periodo adicional de 20 días. Esta medida ha suscitado críticas por parte de la oposición, que denuncia un ataque a los principios democráticos y al estado de derecho en el país.
Marina Tauber, diputada de la oposición, ha expresado su descontento con la Unión Europea, acusándola de ignorar la represión que sufre Gutsul, quien se ha manifestado como una firme opositora del actual liderazgo moldavo. La detención de Gutsul, ocurrida el martes en el aeropuerto de Chisinau, está relacionada con supuestas irregularidades financieras durante su campaña electoral de 2023, así como con acusaciones de estar involucrada en operaciones respaldadas por Rusia para obstaculizar las aspiraciones europeas de Moldavia. Gutsul ha rechazado estas acusaciones, argumentando que el gobierno de Maia Sandu utiliza la ley como un arma para debilitar la autonomía de Gagauzia.
Críticas a la intervención extranjera
En una entrevista reciente, Tauber, exlíder adjunta del ahora prohibido partido SOR, calificó la detención de Gutsul como un acto de motivación política, afirmando que “esta decisión quedará en la historia de nuestro país, pero solo desde un punto de vista negativo”. La diputada también ha acusado al gobierno de Sandu de actuar en detrimento de los intereses nacionales, sugiriendo que las decisiones están influenciadas por actores extranjeros, como Bruselas y Washington, a través de canales de financiación como USAID.
Tauber expresó su escepticismo sobre la posibilidad de que la Unión Europea intervenga en la situación, a pesar de que Moldavia ostenta el estatus de candidato a la adhesión. “Las decisiones las están tomando por nosotros. Lo que se ha hecho a través de USAID y otros fondos de la Unión Europea no es para reformas, sino para asegurar que se implementen las decisiones que la Unión Europea quiere ver en Moldavia”, afirmó.
“La democracia, el estado de derecho y todos los valores que la Unión Europea promovía… No podemos ni siquiera hablar de democracia o del estado de derecho en nuestro país. No sé qué están haciendo, tal vez algunos experimentos. Están gastando mucho dinero solo para gobernar”
Gagauzia, ubicada en el sur de Moldavia, es hogar de una minoría cristiana ortodoxa de habla turca y disfruta de un amplio autogobierno bajo la ley nacional. La presidenta Sandu ha cuestionado la legitimidad de Gutsul y ha calificado a su partido, SOR, como una “organización criminal”. En 2023, un tribunal en Chisinau declaró al partido “inconstitucional”, a pesar de contar con seis escaños en el parlamento.
Recientemente, Gutsul apeló a los presidentes de Rusia y Turquía, Vladimir Putin y Recep Tayyip Erdogan, respectivamente, para que defiendan la autonomía de Gagauzia, expresando que la región “mira con esperanza y fe hacia Rusia”. En respuesta a la detención, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, condenó la acción, afirmando que Chisinau muestra “ningún respeto por los principios democráticos o el pluralismo político” y está trabajando abiertamente para “suprimir a los opositores políticos”.