
En un contexto económico global cada vez más complejo, el director ejecutivo de BlackRock, Larry Fink, ha lanzado una advertencia sobre el resurgimiento de las políticas proteccionistas en todo el mundo. En su carta anual a los inversores, Fink describió la situación actual como una dualidad económica en la que la riqueza se acumula en una punta, mientras que en la otra, el sufrimiento se intensifica. «Hoy, muchos países tienen economías gemelas e invertidas», afirmó, subrayando cómo esta división ha reconfigurado nuestra política, nuestras políticas e incluso nuestra percepción de lo que es posible.
La carta de Fink llega en un momento crítico, justo antes de que el presidente Donald Trump imponga aranceles recíprocos a «todos los países». La administración estadounidense ya ha aplicado aranceles punitivos sobre el aluminio, el acero y los automóviles, además de aumentar los gravámenes sobre todos los productos provenientes de China. Si bien Trump justifica estas medidas como necesarias para proteger a Estados Unidos de lo que considera competencia global desleal, el temor a una guerra comercial ha comenzado a inquietar a los mercados, generando temores de una desaceleración económica o incluso una recesión.
La inquietud económica y el futuro del mercado
Fink ha señalado que la ansiedad sobre la economía es palpable entre sus clientes y líderes globales. «Casi todos los que conozco están más preocupados por la economía que en cualquier otro momento reciente. Entiendo por qué», comentó. Sin embargo, también recordó que la humanidad ha superado desafíos similares en el pasado, sugiriendo que en el largo plazo, siempre encontramos soluciones.
En este entorno incierto, Fink destacó que los sectores de infraestructura y crédito privado están experimentando un crecimiento acelerado. BlackRock, el mayor gestor de activos del mundo con más de 11 billones de dólares en activos, ha realizado adquisiciones significativas en el ámbito del crédito privado y las inversiones alternativas. El año pasado, la firma acordó comprar HPS Investment Partners por 12 mil millones de dólares en acciones, así como Global Infrastructure Partners por 12.5 mil millones de dólares.
La reflexión de Fink sobre la financiación de infraestructuras es especialmente relevante en un momento en que muchos gobiernos enfrentan restricciones fiscales. «Los gobiernos no pueden financiar infraestructuras a través de déficits. Los déficits no pueden aumentar mucho más. En cambio, se volverán hacia los inversores privados», explicó. Esta tendencia refleja un cambio hacia modelos de financiación más sostenibles, aunque también plantea interrogantes sobre la dependencia del sector privado en la provisión de servicios públicos esenciales.
Asimismo, Fink mencionó que las empresas no dependerán únicamente de los bancos para obtener crédito, dado que el préstamo bancario se encuentra restringido. En su lugar, las empresas buscarán alternativas en los mercados financieros, un fenómeno que podría redefinir la estructura del financiamiento empresarial en un mundo donde las tensiones geopolíticas y económicas continúan en aumento.