
Descubrimiento sobre los rayos cósmicos y su relación con los relámpagos en la Tierra
Investigadores del Laboratorio Nacional de Los Álamos han presentado un estudio que sugiere que los rayos cósmicos podrían desempeñar un papel crucial en la generación de relámpagos en nuestro planeta. A pesar de que los relámpagos son fenómenos comunes, con aproximadamente tres millones de descargas eléctricas ocurriendo diariamente en la Tierra, su mecanismo de formación sigue siendo un misterio para la comunidad científica. La teoría tradicional, desarrollada en las décadas de 1960 y 1970, sostenía que los electrones en el aire se ionizan y desencadenan un proceso de ruptura térmica, pero esta teoría ha sido cuestionada debido a la falta de mediciones que respalden la necesidad de un campo eléctrico extremadamente fuerte en las nubes.
Para abordar este enigma, el equipo de investigación utilizó un conjunto de antenas de radio que permitieron registrar con gran precisión la progresión de los relámpagos. Este sistema, compuesto por dos grupos de antenas ubicadas a 11,5 kilómetros de distancia, proporcionó una vista tridimensional de la trayectoria de cada rayo. Los científicos analizaron los datos de una tormenta específica ocurrida el 30 de julio de 2022, la cual generó más de 300 destellos de relámpagos. A través de este análisis, descubrieron que la dirección de la propagación de las señales de los relámpagos no coincidía con la polarización de la corriente eléctrica, lo que sugiere que el inicio del rayo no está impulsado por el campo eléctrico en la nube, sino por otros factores.
Xuan-Min Shao, uno de los autores del estudio, propone que las lluvias de rayos cósmicos son las responsables de esta discrepancia. Estos rayos cósmicos son flujos de partículas de alta energía que provienen de diversas fuentes, como supernovas y agujeros negros, y que impactan continuamente en la atmósfera terrestre. Cuando estos rayos interactúan con las moléculas de aire, producen cascadas de partículas exóticas, incluyendo electrones y positrones, este último siendo una forma de antimateria. La presencia de positrones podría explicar la falta de alineación observada, sugiriendo que la dinámica de los relámpagos es más compleja de lo que se pensaba anteriormente. Si bien este hallazgo es prometedor, los investigadores reconocen que se necesita realizar más estudios para establecer una correlación definitiva entre los rayos cósmicos y la actividad de relámpagos, así como para entender cómo estas interacciones afectan al clima terrestre en el contexto del ciclo solar.