
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con bombardear Irán si el país no acepta un acuerdo nuclear que limite su programa atómico. En una reciente entrevista con NBC News, Trump afirmó: “Si no llegan a un acuerdo, habrá bombardeos. Y serán bombardeos como los que nunca han visto antes”. Esta declaración ha generado una fuerte respuesta por parte del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, quien advirtió que cualquier ataque contra Irán provocará una “fuerte represalia”.
Khamenei, en un discurso pronunciado en Teherán, declaró: “El régimen estadounidense y el régimen sionista amenazan con cometer actos viles. Por supuesto, si tales actos viles se llevan a cabo, recibirán un fuerte golpe recíproco”. Además, el líder iraní subrayó que el pueblo iraní responderá a cualquier intento de desestabilización interna, haciendo referencia a las acciones que, según él, han sido orquestadas por Estados Unidos en el pasado.
Tensiones en torno al programa nuclear iraní
La escalada de retórica entre ambos países se produce en un contexto de tensiones prolongadas sobre el programa nuclear de Irán. Durante su primer mandato, Trump se retiró unilateralmente del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA) de 2015, un acuerdo internacional que buscaba limitar el programa nuclear iraní a cambio de la reducción de sanciones económicas. Desde la retirada de Estados Unidos y la reimposición de sanciones, Irán ha reducido su cumplimiento con el acuerdo, lo que ha llevado a un aumento en la preocupación internacional.
Rafael Grossi, director de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), expresó su inquietud el año pasado, señalando que Irán había incrementado su enriquecimiento de uranio hasta un 60%, un nivel que, aunque no es suficiente para ser considerado armamento nuclear, se acerca al umbral de 90% necesario para ello.
En respuesta a las amenazas de Trump, el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, ha instado a Washington a reconstruir la confianza que se ha visto erosionada por las acciones de Estados Unidos. Durante una reunión de gabinete, Pezeshkian rechazó la posibilidad de conversaciones directas, pero dejó abierta la puerta a negociaciones indirectas, afirmando que “el camino de las negociaciones indirectas está abierto”.
Irán ha desestimado las acusaciones de que su programa nuclear tiene fines bélicos, insistiendo en que es pacífico y legal bajo “marcos internacionales”. La situación sigue siendo tensa y la comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de estos acontecimientos, que podrían tener repercusiones significativas en la estabilidad de la región y en las relaciones internacionales.