
Un ave que se había convertido en un símbolo local en Florida ha sido trasladada a Louisiana, dejando a la región de Central Florida con un vacío notable en su fauna. Se trata de 1018, un grúa de corona negra, uno de los últimos ejemplares de su especie en el estado y parte de un esfuerzo fallido por establecer una población sostenible de estas aves en la zona.
Con unas 830 grúas de corona negra estimadas en el mundo, este ave ha sido objeto de atención tanto por parte de los residentes locales como de los ornitólogos, quienes han seguido sus movimientos y comportamiento a través de plataformas como eBird. La grúa, que había habitado en el área de Osceola durante más de 20 años, se destacó no solo por su tamaño, alcanzando los cinco pies de altura, sino también por su naturaleza social, que atraía a numerosos observadores de aves.
Un traslado necesario por la conservación
La decisión de trasladar a 1018 se debió a preocupaciones sobre su supervivencia en un entorno cada vez más urbanizado. La Comisión de Conservación de Vida Silvestre de Florida capturó al ave el 6 de marzo y la reubicó a una colonia en Louisiana, donde puede integrarse con otras grúas de su especie. Este movimiento se consideró esencial dado que en Florida solo quedan dos hembras, lo que dificulta la posibilidad de reproducción.
Los expertos señalaron que el ave había comenzado a mostrar un comportamiento problemático, al asociarse con grúas de menor tamaño y al perder el temor a los humanos. La creciente urbanización de la zona, que incluye planes para construir más de 300 viviendas, también representaba un riesgo significativo, ya que las aves tienden a ser atropelladas por vehículos en áreas desarrolladas.
La historia de 1018 refleja los desafíos que enfrentan las especies en peligro de extinción en un mundo donde los hábitats naturales están siendo constantemente invadidos por el desarrollo urbano. El investigador aviar Tim Dellinger explicó que la falta de hábitat natural, junto con la depredación y otros peligros, ha llevado a una disminución drástica de la población de grúas de corona negra en Florida.
El programa de reintroducción de estas aves en Florida, que se inició en 1993, ha fracasado en gran medida debido a la alta mortalidad y el bajo éxito reproductivo. Sin embargo, en Louisiana, donde 1018 ahora reside, se han registrado éxitos en la creación de una población autosustentable. Desde 2011, se han reintroducido grúas de corona negra criadas en cautiverio, lo que ha permitido el crecimiento de su población en ese estado.
A medida que la urbanización avanza, la conservación de especies como la grúa de corona negra se vuelve cada vez más crucial. La situación de 1018 es un recordatorio de la necesidad de equilibrar el desarrollo humano con la protección de la biodiversidad y los hábitats naturales que son esenciales para la supervivencia de muchas especies en peligro.