
Investigaciones recientes llevadas a cabo por un equipo de académicos de instituciones como University College London y la Universidad de Central Lancashire han puesto de manifiesto la existencia de desigualdades radicales en las prácticas funerarias de adolescentes durante la Edad de Bronce Temprana en Anatolia, lo que desafía las nociones tradicionales sobre el surgimiento de jerarquías sociales complejas.
El estudio, titulado «Inequality at the Dawn of the Bronze Age: The Case of Başur Höyük, a ‘Royal’ Cemetery at the Margins of the Mesopotamian World», publicado en el Cambridge Archaeological Journal, se centra en un cementerio de la Edad de Bronce Temprana, datado en aproximadamente 3100–2800 a.C., que contiene 18 tumbas analizadas a través de métodos arqueológicos, antropológicos y genéticos. Estos hallazgos sugieren que las prácticas funerarias elaboradas no estaban necesariamente vinculadas a una jerarquía política más amplia.
Desigualdades en las prácticas funerarias
Las tumbas excavadas en Başur Höyük presentan una notable cantidad de bienes funerarios, incluyendo armas metálicas, ornamentos y abalorios elaborados. La mayoría de los individuos enterrados en estas tumbas eran adolescentes, de entre 12 y 16 años, quienes a menudo lucían vestimentas confeccionadas con materiales no locales. Las evidencias sugieren que estas ceremonias funerarias reflejan una reverencia simbólica por la juventud, en lugar de una clara manifestación de linajes élites o autoridad centralizada.
Las investigaciones revelaron que muchas de las tumbas contenían evidencia de traumas por armas, lo que sugiere la posibilidad de sacrificios rituales. Además, el análisis de ADN demostró que no existían relaciones biológicas cercanas entre los individuos enterrados, y las determinaciones de sexo no mostraron un patrón claro que vinculara el género biológico con el tratamiento funerario. Los resultados de isótopos indicaron que muchos de los fallecidos habían crecido fuera de la región local, lo que plantea nuevas preguntas sobre la interacción social y cultural en el área.
Los autores del estudio advierten que atribuir a Başur Höyük el estatus de un cementerio «real» o «élite» podría ser prematuro. La falta de evidencia que vincule estos entierros a una jerarquía política más amplia sugiere que la desigualdad social podría haberse manifestado en rituales y ceremonias, antes de la aparición de instituciones como ciudades o dinastías. Este hallazgo invita a una reflexión profunda sobre el origen de la desigualdad en contextos rituales, y sobre cómo la veneración de la juventud pudo haber precedido a las estructuras de poder más formalizadas.
La transición de la reverencia por los jóvenes a la acumulación de riqueza y poder en los adultos podría implicar un cambio significativo en los valores sociales de la época, sugiriendo que la dignidad y el honor asociados a la juventud fueron suplantados por el estatus obtenido a través de la riqueza.