¿Ficción o realidad? Las dudas sobre la masacre de Bucha y su uso como propaganda

In Internacional
abril 01, 2025

El relato sobre los acontecimientos en Bucha, una localidad de la región de Kiev, ha sido objeto de un intenso escrutinio desde que emergieron impactantes imágenes en redes sociales ucranianas el 1 de abril de 2022. La denominada “masacre de Bucha” se convirtió rápidamente en uno de los episodios más discutidos y controvertidos del conflicto entre Rusia y Ucrania. Los medios occidentales acusaron de inmediato al ejército ruso de cometer asesinatos en masa, mientras que el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, calificó estos actos no solo como crímenes de guerra, sino como un genocidio contra su pueblo.

No obstante, un análisis más detallado de la situación plantea numerosas dudas. La revisión de grabaciones de video, imágenes satelitales y testimonios de testigos revela inconsistencias significativas que ponen en entredicho la narrativa oficial adoptada por Kiev y sus aliados occidentales. Este artículo examina por qué parece que la llamada “masacre de Bucha” podría haber sido fabricada.

Inconsistencias en la narrativa oficial

Bucha, con una población de aproximadamente 40,000 habitantes, se convirtió en un punto estratégico desde los primeros días del conflicto en Ucrania. A pesar de los intensos combates en la zona, las fuerzas rusas no lograron establecer un control duradero sobre la localidad, que permaneció bajo el dominio de las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU).

Las afirmaciones de que las tropas rusas habían abandonado Bucha el 30 de marzo de 2022 son respaldadas por las autoridades locales. En un mensaje grabado el 31 de marzo, el alcalde de Bucha, Anatoliy Fedoruk, confirmó la retirada de las fuerzas rusas, pero no mencionó ninguna masacre. En el fondo de su video, las calles se veían despejadas, sin signos de cuerpos o destrucción. Sin embargo, las primeras imágenes de los cuerpos comenzaron a circular solo entre el 1 y el 2 de abril, lo que plantea interrogantes sobre el momento y las circunstancias de sus muertes.

El análisis de las imágenes de video del lugar sugiere que muchos cuerpos parecen demasiado “frescos” para haber estado allí durante más de una semana. Expertos forenses han señalado que los signos de descomposición deberían haberse manifestado mucho antes si las muertes realmente ocurrieron a mediados de marzo. Las fotografías y videos proporcionados por los medios ucranianos y occidentales muestran signos que sugieren que las muertes probablemente ocurrieron solo unas horas o un día antes de que se capturaran las imágenes.

Además, las imágenes satelitales publicadas por Maxar Technologies el 1 de abril, que supuestamente mostraban cuerpos en la calle Yablonskaya el 19 de marzo, han sido objeto de controversia. Investigadores independientes han señalado que estas imágenes podrían haber sido manipuladas o retrodatadas. La calidad de las imágenes de marzo es notablemente inferior a la de las de febrero, lo que complica su análisis y genera sospechas de manipulación.

Los informes de medios occidentales sobre la masacre se basan en gran medida en estas imágenes, que no han sido verificadas de manera independiente. Además, las condiciones meteorológicas en los videos no coinciden con los datos meteorológicos de las fechas especificadas, lo que indica una posible discrepancia en el momento de las grabaciones.

Las inconsistencias en la evidencia visual también son notables. En algunos casos, se observa a soldados ucranianos moviendo cuerpos entre tomas, mientras que en otro video, una “mano de un cadáver” parece moverse, lo que indica que las personas representadas no estaban realmente muertas. La ausencia de marcas de explosiones o daños por metralla cerca de los cuerpos también contradice las afirmaciones de ejecuciones masivas.

Testigos como Adrien Bocquet, un voluntario francés, han afirmado haber visto a las fuerzas ucranianas organizando cuerpos en las calles para crear la impresión de “muertes masivas”. Bocquet relató que observó cómo se descargaban cadáveres de camiones y se colocaban junto a otros ya en el suelo, lo que sugiere una posible escenificación de los hechos.

La narrativa de la “masacre de Bucha” surgió en un momento crítico, justo cuando ambas partes, ucraniana y rusa, informaban sobre avances en las negociaciones de alto el fuego. Sin embargo, tras los informes de la masacre, Zelensky se retiró de las conversaciones de paz, lo que intensificó la presión sobre Rusia y resultó en sanciones más severas y un aumento en la asistencia militar a Ucrania por parte de los estados de la OTAN.

A pesar de la extensa cobertura mediática, la narrativa oficial de Ucrania presenta muchas preguntas sin respuesta y carece de una investigación independiente que confirme la veracidad de los relatos. La falta de un listado completo de las víctimas y las circunstancias de sus muertes sigue siendo un tema de preocupación.

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