
Avances en la inmunoterapia personalizada para el tratamiento de cánceres gastrointestinales
Investigadores de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos han hecho un avance significativo en el uso de células inmunitarias del propio paciente para combatir cánceres gastrointestinales, según un estudio publicado en la revista Nature Medicine. Este enfoque de inmunoterapia personalizada ha mostrado resultados prometedores, aunque aún se encuentra en una fase temprana de desarrollo. En un ensayo clínico, los tumores de aproximadamente un 25% de los pacientes con cáncer de colon, recto y otros tipos de cáncer gastrointestinal se redujeron. Un experto ajeno al estudio ha calificado estos resultados como «notables», ya que representan un camino hacia el difícil objetivo de utilizar las defensas inmunitarias del propio organismo para atacar tumores sólidos comunes.
A pesar de estos avances, la investigación se desarrolla en un contexto complicado. Steven Rosenberg, líder del estudio y pionero en inmunoterapia, ha expresado su preocupación por el impacto de los recientes despidos en el NIH, que han afectado la capacidad del instituto para llevar a cabo tratamientos personalizados. Dos pacientes que debían recibir este tratamiento experimental tuvieron que retrasar su terapia debido a la reducción de personal especializado y a la ralentización en la compra de materiales necesarios para la investigación. Rosenberg ha señalado que, aunque la calidad de atención en el Centro Clínico del NIH sigue siendo excelente, la disminución de personal y la restricción de actividades están comenzando a afectar la atención a los pacientes.
El desarrollo de la inmunoterapia ha sido un proceso largo y complejo. Durante décadas, los científicos han intentado utilizar las células inmunitarias de los pacientes para atacar el cáncer, y aunque se han logrado avances en el tratamiento de cánceres hematológicos, los tumores sólidos han representado un gran desafío. El estudio de Rosenberg ha explorado nuevas técnicas para aislar y expandir linfocitos infiltrantes de tumores (TILs) para que puedan atacar específicamente las células cancerosas del propio paciente. A pesar de que los resultados iniciales no fueron determinantes, se ha logrado una respuesta positiva en varios pacientes, lo que abre nuevas posibilidades en el tratamiento de cánceres que han sido difíciles de combatir hasta ahora. Sin embargo, los cambios recientes en la administración del NIH han generado incertidumbre sobre el futuro de esta prometedora línea de investigación.