
Innovación en la construcción lunar: el uso de bacterias para reparar ladrillos de regolit
Un grupo de científicos ha propuesto la creación de bases en la Luna utilizando ladrillos fabricados a partir del regolito lunar, lo que podría reducir significativamente los costos de construcción al aprovechar los recursos locales. Un nuevo estudio, basado en experimentos con simulantes de regolito lunar, sugiere que, en caso de que estos ladrillos se agrieten, se podría recurrir a bacterias para sellarlos de nuevo. Este enfoque se presenta como una solución innovadora para los desafíos que afrontan las futuras misiones lunares.
El regolito se refiere a la capa de polvo y rocas sueltas que cubre la superficie lunar. Dado que las muestras de regolito lunar son escasas y valiosas, se utilizan simulantes que buscan replicar las características de este material para realizar experimentos. Investigadores del Indian Institute of Science (IISc) han estado trabajando en la fabricación de ladrillos a partir de estos simulantes, utilizando una bacteria terrestre llamada Sporosarcina pasteurii. Esta bacteria puede convertir la urea, que produce como desecho, y el calcio en cristales de carbonato de calcio, lo que permite unir las partículas de regolito y formar ladrillos.
Los ladrillos creados mediante un proceso de sinterización, que implica calentar una mezcla compacta de simulante de regolito con un polímero soluble a altas temperaturas, resultaron ser más resistentes que los fabricados con bacterias. Sin embargo, la exposición a las severas condiciones lunares, como las amplias variaciones de temperatura y el bombardeo por micrometeoritos, plantea un reto significativo para la durabilidad de estos ladrillos. Para abordar este problema, los investigadores han explorado el uso de Sporosarcina pasteurii no solo para la fabricación de ladrillos, sino como un sellador que puede rellenar grietas y agujeros en los ladrillos existentes, lo que podría ser crucial para la estabilidad estructural de las bases lunares.