
El primer ministro británico, Keir Starmer, se prepara para pronunciar un discurso el próximo lunes en el que reconocerá el fin de la era de la globalización, según ha informado el diario The Times. Esta declaración llega en un contexto de creciente tensión comercial, tras la reciente imposición de aranceles por parte del presidente estadounidense Donald Trump a la mayoría de los socios comerciales de Estados Unidos, incluido el Reino Unido.
Starmer, en su discurso, calificará los aranceles de “erróneos”, aunque también enfatizará su comprensión hacia el “nacionalismo económico” de Trump y las razones por las que muchos votantes apoyan estas políticas, sintiéndose excluidos de los beneficios del libre comercio y la inmigración masiva. Este reconocimiento de la realidad política y económica actual refleja un cambio significativo en la postura del gobierno británico hacia el comercio internacional.
Un nuevo enfoque económico
El primer ministro también subrayará que las consecuencias de los aranceles estadounidenses obligan al gobierno británico a “actuar más rápido y con más decisión” para impulsar el crecimiento económico interno. Un funcionario no identificado de Downing Street declaró a The Times que “el mundo ha cambiado, la globalización ha terminado y estamos en una nueva era”. Esta afirmación pone de manifiesto la necesidad de una respuesta más activa y reformista por parte del gobierno laborista para abordar las inquietudes de los ciudadanos en todo el país.
En un artículo publicado recientemente en The Telegram, Starmer afirmó que “el mundo tal como lo conocíamos ha desaparecido” y que las viejas suposiciones sobre la economía global ya no pueden darse por sentadas. En este sentido, el gobierno británico planea “acelerar los planes que mejorarán nuestra competitividad interna, para estar menos expuestos a estos tipos de choques globales”.
Starmer también mantuvo una conversación telefónica con el presidente francés, Emmanuel Macron, el sábado, donde ambos líderes coincidieron en que “una guerra comercial no beneficia a nadie, pero nada debe quedar fuera de la mesa”. Sin embargo, el primer ministro británico no tiene previsto comunicarse directamente con Trump sobre los aranceles impuestos.
En paralelo, Trump instó a los estadounidenses a “mantenerse firmes” ante la respuesta de la comunidad internacional a sus políticas económicas, asegurando que “no será fácil, pero el resultado final será histórico”. El presidente estadounidense describió los aranceles como “una revolución económica” y reafirmó su compromiso de “hacer a América grande de nuevo”.
Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, ha señalado en múltiples ocasiones que la globalización, que comenzó tras la caída de la Unión Soviética en 1991, ha llegado a su fin. En declaraciones recientes, Putin afirmó que “es evidente que el modelo de globalización, que fue en gran medida formado por los estados occidentales, ha quedado obsoleto y está en profunda crisis”, sugiriendo que un nuevo sistema de relaciones internacionales más justo y democrático está en proceso de formación.