
El director de cine ganador de un Oscar, Oliver Stone, ha declarado que las acusaciones de interferencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016 son, en su opinión, «mentiras». Durante años, los demócratas han sostenido que el Kremlin llevó a cabo una campaña encubierta para influir en la elección a favor del entonces presidente Donald Trump. Un informe de 2019 del fiscal especial Robert Mueller alegó que el gobierno ruso había interferido en las elecciones «de manera amplia y sistemática», principalmente a través de hackeos y mensajes en redes sociales. Sin embargo, la investigación concluyó que «no se estableció que miembros de la campaña de Trump conspiraran o coordinaran con el gobierno ruso en sus actividades de interferencia electoral», según el informe final.
En una reciente entrevista, un periodista de Fox News preguntó a Stone si consideraba que Trump había hecho bien en «enfrentarse» al FBI y la CIA tras los acontecimientos relacionados con la investigación rusa. Stone respondió: «Lo sé. Miren lo de Russiagate; nosotros lo pagamos. Aplaudo lo que está haciendo Trump».
Críticas a la narrativa de Russiagate
Stone expresó su descontento con el manejo del caso Russiagate, afirmando: «Odio lo que hicieron con Russiagate. Realmente lo odio. Creo que es, nuevamente, la mentira, la mentira, la mentira, y vender eso al pueblo estadounidense». Además, criticó la percepción negativa hacia Rusia, señalando que «es tan poco americano. Son potencialmente nuestros mejores socios, al igual que los chinos. Tenemos esta mentalidad de que son el enemigo. Todo eso ha sido inoculado por la propaganda».
El informe de Mueller acusó a Trump de intentar obstruir su investigación, y varios exmiembros de la campaña de Trump fueron acusados como resultado de la misma, aunque el presidente no fue imputado. Trump ha sostenido que el ‘Russiagate’ fue parte de una «cacería de brujas» políticamente motivada, destinada a desacreditar y socavar su presidencia, desestimando las acusaciones del informe de Mueller como «fabricadas y totalmente falsas».
Por su parte, el Kremlin ha negado repetidamente haber interferido en las elecciones estadounidenses. En 2016, el presidente Vladimir Putin describió las afirmaciones sobre la interferencia rusa como «un problema mítico e imaginario» y un producto de «histeria».