
El sirope de arce, conocido como «oro líquido» de Canadá, ha sido históricamente un objetivo para actividades fraudulentas, como la dilución o sustitución con otros jarabes, debido a su alta demanda. En un contexto de amenazas por parte de Estados Unidos de incrementar aranceles y la imposición de un arancel básico del 10% a todas las importaciones que no cumplan con el Tratado entre Canadá, Estados Unidos y México (T-MEC), la posibilidad de fraude en el sirope de arce aumenta.
El fraude alimentario, o adulteración económicamente motivada, se refiere a la representación deliberada errónea de alimentos con fines económicos. Esto puede incluir la sustitución, dilución, adición o eliminación de ingredientes. El etiquetado incorrecto de productos es otra forma de fraude alimentario que puede ocurrir en cualquier punto de la cadena de suministro, desde la producción hasta el consumo.
Este fenómeno representa una industria de miles de millones de dólares que conlleva serios riesgos. Puede afectar la salud de los consumidores, dañar la reputación y el valor de las marcas, poner en peligro los medios de vida de los productores legítimos e incluso obstaculizar los esfuerzos de biodiversidad y conservación.
Canadá produce más del 70% del sirope de arce del mundo, siendo Quebec el centro de esta producción. En 2024, la provincia exportó alrededor de 450 millones de dólares en sirope de arce a Estados Unidos. La amenaza de aranceles más altos sobre los productos canadienses, incluidos el sirope y los equipos utilizados para su elaboración, ha generado preocupaciones en ambos lados de la frontera sobre aumentos de precios y escasez de suministro.
Aumento histórico del fraude alimentario
Históricamente, el fraude alimentario ha incrementado en tiempos de crisis económica, presiones financieras crecientes, pandemias, incidentes climáticos, guerras y cualquier otro evento que desestabilice el equilibrio entre la oferta y la demanda de alimentos. Estas circunstancias suelen elevar los precios de los alimentos, creando incentivos para que los estafadores exploten el sistema.
Entre 2020 y 2024, el mundo enfrentó importantes interrupciones en la cadena de suministro debido a la pandemia de COVID-19, guerras regionales y eventos climáticos significativos. No es sorprendente que los casos de fraude alimentario hayan aumentado diez veces, según estimaciones recientes. Las amenazas de aranceles más altos podrían contribuir aún más a este problema, aumentando la probabilidad de que los estafadores sustituyan alimentos de alto valor por productos de menor valor.
La incertidumbre en la cadena de suministro provocada por la amenaza de aranceles incrementa el riesgo de que siropes de arce fraudulentos ingresen al mercado. Para combatir esta amenaza, es necesaria la implementación de métodos de prueba rápidos, en tiempo real y rentables que garanticen la autenticidad del sirope de arce.
Métodos de prueba del sirope de arce
Desde la década de 1980, se han desarrollado diversos métodos y herramientas para detectar la adulteración del sirope de arce. Sin embargo, los estafadores alimentarios se adaptan continuamente para evadir la detección, lo que complica cada vez más la prueba de adulteración. Tradicionalmente, la prueba de calidad del sirope de arce implica medir el contenido de azúcar disuelto a través de una unidad de medida conocida como grados Brix, donde un grado Brix equivale a un 1% de azúcar. No obstante, la aplicación de este método puede ser limitada si se utilizan adulterantes desconocidos o no convencionales.
A medida que las técnicas de fraude se vuelven más sofisticadas, se requieren enfoques nuevos para asegurar la autenticidad del sirope de arce. Métodos analíticos no dirigidos, como la espectroscopía de fluorescencia, permiten el análisis de una amplia gama de muestras, creando un perfil único de cada muestra. Estos perfiles se pueden comparar con una biblioteca de referencia de características específicas del sirope de arce, más allá de un único parámetro.
Un estudio reciente del equipo de investigación del laboratorio Corradini de la Universidad de Guelph exploró cómo las huellas fluorescentes pueden utilizarse para detectar la adulteración del sirope de arce. Este método examina cómo las moléculas internas del sirope brillan al ser expuestas a luz UV y visible, permitiendo la detección de marcadores que pueden indicar fraude.
El estudio se centró en la adulteración de siropes de arce ámbar y oscuro, utilizando adulterantes comunes como los siropes de remolacha, maíz y arroz, en proporciones del 1% al 50%. Se mapearon características únicas en las huellas fluorescentes, que se utilizaron para diferenciar entre siropes puros y adulterados. Cuando se expuso a luz UV y visible, las características del sirope de arce cambiaron dependiendo del tipo y la cantidad de adulterante.
Aplicando inteligencia artificial (IA) para analizar múltiples características fluorescentes simultáneamente, se logró identificar siropes de arce puros de adulterantes con una precisión que oscilaba entre el 75% y el 99%. Este enfoque mejoró la detección en un 30% y permitió identificar adulterantes en niveles inferiores al 2%. Sin embargo, la expansión de la biblioteca de referencia de huellas fluorescentes es crucial para mejorar la precisión y fiabilidad de los resultados, ya que los modelos de IA suelen requerir bases de datos amplias y extensas.
La utilización de IA para analizar marcadores fluorescentes en el sirope de arce podría permitir una identificación rápida y efectiva de muestras fraudulentas. Ante el incremento del riesgo de fraude alimentario debido a las amenazas de aranceles de importación de EE.UU. sobre productos canadienses, la combinación de IA y el análisis de huellas del sirope de arce se presenta como una solución viable para detectar el fraude, garantizando que los consumidores reciban alimentos seguros y de alta calidad, a la vez que se protege la identidad de uno de los productos más icónicos de Canadá.