
La Oficina del Contralor de la Moneda de Estados Unidos (OCC, por sus siglas en inglés) ha calificado un reciente ataque a sus sistemas de correo electrónico como un «incidente mayor», que ha expuesto «información altamente sensible». Este suceso, que tuvo lugar en febrero, ha generado preocupaciones sobre la seguridad de los datos en una de las agencias responsables de la regulación y supervisión de los bancos nacionales en el país.
La OCC reveló que se enteró del incidente el 11 de febrero y tomó medidas inmediatas para desactivar las cuentas administrativas comprometidas al día siguiente. Según los informes, los hackers tuvieron acceso a más de 150,000 correos electrónicos desde junio de 2023 hasta principios de este año, lo que resalta la magnitud de la brecha de seguridad.
Medidas de Respuesta y Revisión de Políticas
Rodney Hood, el Contralor Interino de la Moneda, declaró que se están tomando «medidas inmediatas para determinar la extensión completa de la brecha y remediar las deficiencias organizativas y estructurales que contribuyeron a este incidente». Además, anunció que se está llevando a cabo una revisión exhaustiva de las políticas de seguridad informática de la OCC para prevenir futuros ataques.
La situación pone de relieve no solo la vulnerabilidad de las instituciones financieras estadounidenses, sino también la necesidad de una mayor inversión en ciberseguridad, un aspecto que ha sido ignorado en varias ocasiones en el contexto de la política interna. En un mundo donde la información es cada vez más valiosa, la protección de los datos se convierte en una prioridad que debe ser abordada con la seriedad que merece.