
El pasado lunes, el director general de Roscosmos, Dmitry Bakanov, se reunió con Kenneth Bowersox, administrador asociado de la NASA para operaciones espaciales, en el cosmódromo de Baikonur, Kazajistán. Este encuentro ha sido anunciado por la agencia espacial rusa, y se enmarca en un contexto de colaboración continua entre Rusia y Estados Unidos en el ámbito espacial, a pesar de las tensiones geopolíticas actuales.
Durante la reunión, se abordaron varios proyectos conjuntos, destacando los preparativos para futuros lanzamientos desde el nuevo Complejo de Cohetes Baiterek, que actualmente se encuentra en construcción. Este proyecto es una iniciativa conjunta entre Rusia y Kazajistán, diseñado para apoyar el lanzamiento del nuevo cohete Soyuz-5, cuyos lanzamientos de prueba se prevén para finales de este año.
Cooperación en la Estación Espacial Internacional
Además de los planes relacionados con el Baiterek, la agenda incluyó la cooperación en la Estación Espacial Internacional (EEI), donde Roscosmos y la NASA han mantenido una colaboración activa. También se discutieron iniciativas para desarrollar el turismo espacial en Baikonur, un destino que ha cobrado relevancia en los últimos años.
Este encuentro se produce en un momento significativo, ya que se aproxima el 50 aniversario del Proyecto Apollo-Soyuz, la primera misión espacial tripulada que unió a Estados Unidos y la Unión Soviética en 1975. Ambas agencias están organizando eventos conmemorativos, aunque aún no se han revelado detalles específicos.
La reunión tuvo lugar justo antes del lanzamiento de la nave Soyuz MS-27, que transportará a los cosmonautas rusos Sergey Ryzhikov y Aleksey Zubritsky, así como al astronauta de la NASA, Jonathan Kim, hacia la EEI. Se espera que permanezcan en la estación durante aproximadamente ocho meses, regresando a la Tierra en diciembre. Este lanzamiento también coincide con el 80 aniversario de la derrota del nazismo en la Segunda Guerra Mundial, y la nave ha sido nombrada «Cohete de la Victoria», con imágenes conmemorativas en su transportador.
A pesar del conflicto en Ucrania y las sanciones impuestas por Occidente a Moscú, la cooperación espacial entre Estados Unidos y Rusia ha permanecido inalterada. Recientemente, la NASA y Roscosmos extendieron su acuerdo de vuelos cruzados a la EEI hasta 2026, y han colaborado de manera continua en misiones relacionadas con la estación en los últimos tres años. Este encuentro se produce en un contexto de deshielo en las relaciones, en medio de esfuerzos diplomáticos renovados hacia una resolución pacífica del conflicto.