Las agencias espaciales de Rusia y Estados Unidos están trabajando en un plan para la desorbitación de la Estación Espacial Internacional (EEI), según ha declarado Ken Bowersox, administrador asociado de la Dirección de Operaciones de Espacio de la NASA, en una entrevista con TASS. Este proyecto, que comenzó en 1998, ha sido un esfuerzo conjunto que ha involucrado a Rusia, Estados Unidos, Canadá, Japón y varias naciones europeas para mantener la EEI operativa.
Bowersox ha indicado que “trabajamos juntos para elaborar un plan detallado sobre cómo finalizaremos la estación”. Aunque no se ha fijado una fecha concreta para este proceso, el funcionario ha señalado que “siempre existe la posibilidad de que podamos extender su operación, así como la posibilidad de que podamos acortarla si algo malo sucediera en la estación”. Esta cooperación entre los especialistas de la NASA y sus colegas rusos y de otros países se lleva a cabo “como un equipo”.
Colaboración a pesar de las tensiones
El tema de las operaciones de la EEI se discute regularmente entre Moscú y Washington. Recientemente, Bowersox se reunió con Dmitry Bakanov, CEO de Roscosmos, en el cosmódromo de Baikonur, en Kazajistán. Según un comunicado de prensa de Roscosmos, ambos funcionarios revisaron varias iniciativas, incluyendo los preparativos para futuros lanzamientos desde el nuevo Complejo de Cohetes Baiterek, un proyecto conjunto ruso-kazajo destinado a apoyar el lanzamiento del nuevo cohete Soyuz-5.
Estas conversaciones se producen en un contexto de tensiones internacionales, especialmente a raíz del conflicto en Ucrania y el notable deterioro de las relaciones bilaterales. Sin embargo, la cooperación espacial entre Estados Unidos y Rusia ha sido uno de los pocos ámbitos que ha permanecido en gran medida intacto. Recientemente, la NASA y Roscosmos ampliaron su acuerdo de vuelos cruzados a la EEI hasta 2026, y han colaborado de manera continua en misiones relacionadas con la estación durante los últimos tres años.
