Un museo sueco ha dado inicio a un ambicioso proyecto de cuatro años destinado a preservar el casco de la Vasa, un majestuoso buque de guerra que se hundió hace casi 400 años y que actualmente es una de las atracciones turísticas más visitadas de Suecia.
Expertos han comenzado a instalar una compleja estructura metálica para sostener el casco, que, más de 60 años después de su rescate, ha empezado a ceder en el museo de Estocolmo construido especialmente para su conservación. El líder del proyecto, Peter Rydebyork, comentó: «Hoy hemos colocado una parte de la nueva estructura de soporte, una cuna, que es necesaria porque el barco necesita un mejor soporte, ya que el antiguo de 1961 ya no es suficiente».
El proyecto, que se prevé concluir en 2028, coincide con el 400 aniversario del naufragio de la Vasa, y se estima que su coste alcanzará hasta 17,7 millones de euros (19,5 millones de dólares).
Historia del Vasa y su importancia cultural
Originalmente diseñado para navegar hacia el sur del Báltico, el Vasa, un barco de tres mástiles, se hundió apenas a unos cientos de metros de su puerto de salida en 1628. Después de tan solo quince minutos en el mar, el barco se volcó y se hundió en el puerto de Estocolmo debido a un error de diseño. El incidente cobró la vida de varios miembros de la tripulación.
Durante más de tres siglos, el Vasa permaneció bien conservado en el frío barro y las aguas de baja salinidad del Báltico, hasta que fue recuperado en 1961 tras una delicada operación de salvamento. Desde entonces, el barco, que se encuentra en su mayoría intacto, ha sido exhibido en el popular Museo Vasa.
La preservación de este histórico naufragio es un proceso complejo: la madera ha ido encogiéndose con el paso de los años y el casco ha comenzado a ceder debido a la gravedad. Además, el barco se encuentra inclinado hacia un lado. Según Rydebyork, la antigua estructura de soporte «no cumple con la función que debería, porque el Vasa necesita ser sostenido en los lugares correctos».
La nueva estructura de soporte se ha diseñado para respaldar el barco donde es más fuerte en su interior. La primera fase del proyecto se centra en estabilizar el exterior del naufragio, mientras que la segunda fase se enfocará en estabilizar el interior. La tercera y última fase buscará corregir la inclinación del barco, asegurando que no se desplace más.
