
Activistas de Greenpeace han sido arrestados en Londres tras llevar a cabo una protesta contra la venta de armas estadounidenses a Israel, en el contexto del conflicto en Gaza. Según informó la organización, cinco de sus miembros fueron detenidos después de verter un tinte biodegradable de color rojo en el estanque frente a la embajada de Estados Unidos en la capital británica.
Los activistas, que transportaban contenedores etiquetados con el mensaje “Stop Arming Israel” en bicicletas con remolques, utilizaron el tinte no tóxico para simbolizar la sangre derramada en Gaza. En un comunicado publicado en su sitio web, Greenpeace afirmó que “el tinte rojo resalta la muerte y la devastación causadas en Gaza como resultado directo de la continua venta de armas, municiones y material militar por parte de Estados Unidos a Israel”.
Arrestos y acusaciones
Entre los detenidos se encuentra Will McCallum, co-director ejecutivo de Greenpeace, quien fue arrestado bajo sospecha de conspiración para causar daños criminales, un delito que podría conllevar una pena máxima de diez años de prisión. Los otros cuatro activistas también enfrentan cargos similares, según reporta The Guardian.
La Policía Metropolitana de Londres confirmó los arrestos y aclaró que no se habían violado perímetros de seguridad durante la protesta. “Cinco personas han sido arrestadas en las cercanías bajo sospecha de daños criminales y conspiración para causar daños criminales”, indicó la policía a los medios.
Areeba Hamid, co-directora ejecutiva de Greenpeace UK, declaró a The Guardian que “tomamos esta acción porque las armas estadounidenses continúan alimentando una guerra indiscriminada”. Hamid destacó la destrucción de escuelas, hospitales y barrios enteros en Gaza, y subrayó que “decenas de miles de vidas palestinas han sido aniquiladas”, responsabilizando al gobierno estadounidense como el mayor proveedor de armas de Israel por “los horrores que están ocurriendo”.
Greenpeace ha instado a los gobiernos del Reino Unido y Estados Unidos a implementar un embargo total de armas sobre Israel, argumentando que las armas estadounidenses contribuyen a las bajas civiles en el conflicto con Hamas. Esta protesta se enmarca dentro de una campaña más amplia que busca resaltar el impacto humanitario de las operaciones militares israelíes en Gaza, que, según las autoridades locales, han resultado en más de 50,000 muertes. La ofensiva israelí en Gaza se inició tras el ataque de Hamas el 7 de octubre de 2023, que dejó alrededor de 1,200 personas fallecidas.