
En una cueva situada en la costa sur de Sudáfrica, arqueólogos han descubierto miles de herramientas de piedra creadas por humanos prehistóricos hace aproximadamente 20,000 años. Este hallazgo, que se enmarca dentro del estudio de la tecnología lítica del complejo Robberg, ofrece valiosos indicios sobre las interacciones, viajes y métodos de fabricación de estos antiguos pobladores.
Un vistazo al pasado
Según un estudio publicado en el Journal of Paleolithic Archaeology, la investigación realizada en estas herramientas ha revelado información sobre las técnicas que utilizaban los humanos de la época, así como su relación con el entorno. Sara Watson, autora principal del estudio y científica postdoctoral en el Centro de Investigación Integrativa Negaunee del Museo de Campo, destaca que estos hallazgos proporcionan una perspectiva única sobre las formas de vida y caza de las comunidades que habitaron esta región.
Durante el periodo en el que se fabricaron estas herramientas, entre 24,000 y 12,000 años atrás, la Tierra estaba a punto de salir de la última gran glaciación. Como consecuencia, el nivel del mar era más bajo y las cuevas actuales se encontraban a varios kilómetros tierra adentro, rodeadas de vastas llanuras y grandes animales como antílopes, que eran objeto de caza por parte de estos grupos humanos.
La excavación resultó ser un desafío considerable. Watson mencionó que la cueva se ubica a 75 pies sobre la playa rocosa, lo que obligó al equipo a utilizar cuerdas de seguridad y un sistema de escaleras improvisadas para acceder al sitio. Cada día, los arqueólogos cargaban con su equipo de excavación y fotografía, que pesaba hasta 50 libras.
La minuciosidad en la excavación era esencial, dado que se trataba de sitios extremadamente antiguos. Utilizando herramientas como pequeños instrumentos dentales y mini palas, el equipo logró extraer capas individuales de sedimento, revelando una gran cantidad de herramientas de piedra: desde pequeñas y afiladas cuchillas hasta grandes núcleos de roca de donde se extraían estos instrumentos.
Watson señala que, si bien muchas personas tienden a centrarse en las piezas desprendidas, los núcleos son de particular interés, ya que ilustran los métodos específicos y el orden de los procesos de fabricación de las herramientas. Observar patrones en cómo se rompían los núcleos en pequeñas cuchillas permite a los arqueólogos entender cómo estas técnicas se compartían entre diferentes grupos a lo largo del paisaje.
Un hallazgo notable fue la identificación de un método específico de reducción de núcleos que coincidía con estilos encontrados a cientos de kilómetros de distancia, en lugares como Namibia y Lesotho. Esta repetición de patrones indica que existía una intención compartida en la fabricación de herramientas, sugiriendo una rica red de intercambio de ideas entre grupos humanos de la época.
La investigación en las cuevas de Robberg es solo el comienzo de un camino que promete desvelar más sobre la historia de la humanidad. Watson concluye que los humanos que vivieron durante la última glaciación compartían muchas similitudes con las personas de hoy en día, lo que nos recuerda que nuestra historia como especie es mucho más extensa de lo que muchos imaginan.
Más información:
Robberg lithic technology from Knysna Eastern Heads Cave 1, Journal of Paleolithic Archaeology (2025). DOI: 10.1007/s41982-025-00214-5