
La administración del expresidente estadounidense Donald Trump ha confirmado una política que rechaza la interacción con periodistas que incluyen pronombres de género en sus firmas de correo electrónico. Esta postura, que se rumorea que se implementó desde los primeros días del segundo mandato de Trump, fue ratificada por la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en una reciente declaración a varios medios de comunicación.
Leavitt expresó que los periodistas que optan por incluir sus pronombres preferidos en sus biografías «claramente no se preocupan por la realidad biológica o la verdad, y por lo tanto no pueden ser confiables para escribir una historia honesta». Esta afirmación ha suscitado un amplio debate sobre la relación entre la administración y los medios de comunicación, así como sobre el respeto a la identidad de género en el ámbito periodístico.
Rechazo a la diversidad en la comunicación
La política de la Casa Blanca no solo se limita a la comunicación con la prensa, sino que parece formar parte de un enfoque más amplio del gobierno de Trump hacia la diversidad y la inclusión. Por ejemplo, un asesor del Departamento de Eficiencia Gubernamental, Katie Miller, hizo comentarios similares al rechazar preguntas de un periodista del New York Times, afirmando que no responde a personas que utilizan pronombres en sus firmas, ya que esto indica una falta de atención a las realidades científicas.
Desde que Trump asumió la presidencia en enero de 2017, su administración ha llevado a cabo acciones significativas para desmantelar programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI) en diversas agencias gubernamentales. Se han reportado notificaciones a empleados instándoles a eliminar pronombres de sus firmas de correo electrónico, lo que ha generado críticas por parte de grupos de derechos civiles y defensores de la comunidad LGBTQ, quienes consideran que estas políticas son discriminatorias.
Además, Trump ha emitido órdenes ejecutivas que prohíben lo que él denomina «ideología de género radical» en el ámbito militar, limitando el servicio a aquellos que cumplan con ciertos criterios de salud mental y física. También se ha implementado una política que prohíbe a las mujeres trans participar en deportes femeninos, reafirmando una visión binaria de los sexos que ha sido adoptada a nivel federal.
Las acciones de la administración Trump han enfrentado numerosos desafíos legales, y la controversia en torno a la inclusión de pronombres en la comunicación ha puesto de manifiesto las tensiones culturales y políticas en Estados Unidos, así como el impacto que estas decisiones tienen en la libertad de expresión y el respeto a la identidad de género.