
Los ríos atmosféricos: fenómenos meteorológicos de gran impacto
Los ríos atmosféricos son sistemas meteorológicos que se asemejan a corrientes de agua en el cielo, capaces de descargar cantidades masivas de lluvia y provocar inundaciones, deslizamientos de tierra, así como pérdidas humanas y daños materiales significativos. Este fenómeno se produce en todo el mundo y se origina cuando grandes volúmenes de vapor de agua procedentes de los océanos tropicales son transportados por corrientes en chorro hacia la tierra. A medida que el aire asciende, se enfría y se condensa, lo que genera precipitaciones en forma de lluvia o nieve.
La formación de los ríos atmosféricos es más frecuente en los océanos de las latitudes medias, aproximadamente entre los 30 y los 60 grados tanto al norte como al sur, según la NASA. Estos sistemas meteorológicos se visualizan como una estela de nubes delgadas que pueden extenderse por cientos de kilómetros. Aunque muchos ríos atmosféricos son débiles y no causan daños, pueden ser responsables de aportar la lluvia o la nieve tan necesarias en zonas afectadas por la sequía.
Los ríos atmosféricos tienen la capacidad de transportar hasta 15 veces el volumen de agua del río Misisipi, según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU. En lugares como California, han ocasionado deslizamientos de tierra, caídas de postes de servicios públicos y bloqueos en las carreteras, pero también han contribuido a reponer embalses agotados y a disminuir el riesgo de incendios forestales al saturar la vegetación seca del estado. Ejemplos recientes incluyen el «Pineapple Express» de 2019, que trajo consigo lluvias torrenciales y deslizamientos en California, y un río atmosférico en 2021 que descargó la cantidad de lluvia correspondiente a un mes en solo dos días en Columbia Británica, provocando inundaciones mortales y deslizamientos de tierra que devastaron comunidades.
Impacto del cambio climático en los ríos atmosféricos
Los científicos advierten que los ríos atmosféricos que han azotado California y Columbia Británica en los últimos años se volverán más grandes y potencialmente más destructivos debido al cambio climático. Estas columnas en la atmósfera, que pueden extenderse cientos de kilómetros, transportan vapor de agua desde los trópicos hacia regiones más templadas, con volúmenes que superan el doble del caudal del río Amazonas. Según un estudio de 2018, se prevé que en el futuro haya un 10% menos de ríos atmosféricos, pero se espera que sean un 25% más anchos y largos, y que transporten más agua.
Este cambio en el patrón de los ríos atmosféricos podría complicar la gestión del suministro de agua, dado que los ríos atmosféricos moderados, que suelen ser beneficiosos para el abastecimiento hídrico, se volverán menos frecuentes, mientras que los fenómenos más intensos podrían convertirse en calamitarios. La adaptación a estos cambios será crucial para mitigar los impactos que estos fenómenos meteorológicos puedan tener en las comunidades y el medio ambiente en las próximas décadas.