Descubrimiento de un altar en Tikal revela la influencia de Teotihuacan en la cultura maya
Arqueólogos que trabajan en la antigua ciudad maya de Tikal, situada en la actual Guatemala, han desenterrado un altar de 1,700 años de antigüedad que, gracias a sus decoraciones y a su contenido, podría proporcionar información valiosa sobre la compleja geopolítica de la época. Aunque este altar fue encontrado en un sitio asociado a los mayas, los investigadores sostienen que su ornamentación no es obra de artistas locales, sino de aquellos formados en Teotihuacan, una poderosa ciudad ubicada cerca de lo que hoy es la Ciudad de México, que tuvo una notable influencia en la región.
El descubrimiento se publicó en la revista «Antiquity» y confirma la interacción entre las culturas maya y teotihuacana, cuya naturaleza había sido objeto de debate entre los académicos. El altar, adornado con imágenes que representan a un dios de la tormenta, muestra una estética más característica de Teotihuacan que de la iconografía maya. Bajo el altar se encontraron los restos de dos personas, un adulto y un niño pequeño, así como otros infantes, lo que sugiere prácticas funerarias que reflejan la influencia de la cultura teotihuacana en Tikal.
La excavación, que comenzó en 2019 tras el uso de escáneres que revelaron estructuras previamente ocultas, ha permitido a los investigadores concluir que líderes acaudalados de Teotihuacan llegaron a Tikal y replicaron instalaciones rituales típicas de su ciudad natal. Este hallazgo se suma a la narrativa histórica que muestra la relación entre ambas civilizaciones, que ha sido marcada por conflictos y dinámicas de poder. Los estudios anteriores ya indicaban que alrededor del año 378 d.C., Teotihuacan había desmantelado un reino maya, lo que sugiere que la influencia de la ciudad fue tanto cultural como política.
