Descubrimiento de un fósil Denisovano en Taiwán
Un fósil de mandíbula humano, hallado en 2010 a 25 kilómetros de la costa de Taiwán, ha sido finalmente identificado como perteneciente a un hombre Denisovano, una especie antigua de homínido. La identificación se logró mediante el análisis de fragmentos de proteínas antiguas presentes en los dientes aún adheridos a la mandíbula, según los resultados publicados en la revista Science. Este hallazgo no solo resuelve el misterio sobre la procedencia de la mandíbula, conocida como Penghu 1, sino que también amplía el conocimiento sobre la distribución geográfica de los Denisovanos, quienes anteriormente se conocían sobre todo por su hallazgo en Siberia y el Tíbet.
Los Denisovanos, que habitaron diversas regiones de Asia, parecen haber tenido una sorprendente capacidad de adaptación a distintos entornos. La mandíbula hallada sugiere que estos homínidos vivieron en un área que antes era un puente de tierra entre lo que hoy es China y Taiwán. Este descubrimiento se suma a otros recientes que confirman la existencia de Denisovanos en lugares como el Tíbet y el sudeste asiático, resaltando la diversidad de su hábitat.
El proceso de identificación del fósil fue complejo, ya que los primeros intentos de extracción de ADN no tuvieron éxito. Sin embargo, gracias a avances en la técnica de paleoproteómica, que permite estudiar proteínas en lugar de ADN, se logró identificar secuencias de aminoácidos que coincidían con el genoma conocido de los Denisovanos. Este método ha abierto nuevas vías para el estudio de fósiles antiguos, y se espera que en el futuro se puedan encontrar más restos de esta enigmática especie, que todavía guarda muchos secretos sobre su biología y su interacción con otras especies humanas, como los Neandertales y los Homo sapiens.
