
El pasado miércoles, los mercados bursátiles estadounidenses experimentaron un notable repunte, lo que llevó a un número sin precedentes de fondos de cobertura a cerrar sus posiciones cortas. Este fenómeno, conocido como «short squeeze», ha sido un reflejo de la inestabilidad que caracteriza al actual panorama económico global.
Previo a este día, muchos traders habían apostado fuertemente a la baja en las acciones estadounidenses, en parte debido a la incertidumbre generada por la política arancelaria del presidente Donald Trump, quien había anunciado tarifas más altas de lo esperado. Sin embargo, la pausa en la implementación de estas tarifas provocó que los mercados se dispararan, obligando a los fondos a comprar rápidamente las acciones que habían tomado prestadas para limitar sus pérdidas. Esto resultó en un incremento histórico en el índice S&P 500, que registró su tercer mayor aumento desde la Segunda Guerra Mundial.
Condiciones del mercado y el papel de la liquidez
Los datos de Bank of America revelan que la posición corta en el mercado alcanzó casi el doble del tamaño observado al inicio de la pandemia por Covid-19 en 2020. Este aumento en las posiciones cortas había generado una presión considerable sobre los precios de las acciones, pero la dinámica cambió drásticamente en el transcurso de unas pocas horas. En medio de un volumen de operaciones de aproximadamente 30 mil millones de acciones, que marcó un récord, se evidenció la agitación en los mercados. La combinación de una liquidez escasa y la alta cantidad de posiciones cortas dejó a muchos traders en una situación complicada.
Los fondos de inversión que operan solo en posiciones largas también participaron en esta jornada, adquiriendo una cantidad récord de acciones tecnológicas, especialmente en las últimas horas de la sesión. Sin embargo, la magnitud del movimiento en los mercados fue atribuida principalmente a la cobertura de posiciones cortas, evidenciando la tensión existente en el mercado.
El entorno actual se caracteriza por una creciente volatilidad y paranoia entre los inversores. La incertidumbre sobre los aranceles impuestos por China y la evolución de las negociaciones comerciales continúan generando inestabilidad. Además, los traders alertan sobre la persistencia de grandes posiciones cortas, lo que podría provocar nuevos movimientos en el mercado si se diera otra oleada de compras.