La administración de Donald Trump ha tomado medidas drásticas que podrían afectar significativamente la investigación sobre el cambio climático en Estados Unidos. Según informes de medios estadounidenses, el gobierno planea solicitar al Congreso un recorte sustancial de los fondos destinados a la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA), una agencia crucial para la ciencia climática global.
Un documento interno de la Casa Blanca, consultado por CNN y la revista Science, revela que se prevé eliminar hasta el 75% del financiamiento del brazo de investigación de NOAA en el presupuesto de 2026. Esta reducción drástica podría llevar a la eliminación de cientos de puestos de trabajo de científicos federales y académicos que estudian el calentamiento global provocado por el ser humano.
Consecuencias de los recortes en la investigación climática
Los recortes se sumarían a la eliminación de al menos 1.000 empleos en NOAA que ya se han llevado a cabo bajo la supervisión del denominado Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Los científicos advierten que estas reducciones podrían tener consecuencias enormes, tanto a nivel nacional como global, dado el papel crucial que desempeña NOAA en la previsión meteorológica, los estudios climáticos y la conservación de pesquerías.
Investigadores y laboratorios en todo el mundo dependen de los datos y modelos matemáticos proporcionados por NOAA. La interrupción de sus programas de investigación podría tener un impacto drástico en la capacidad de respuesta ante fenómenos climáticos, algo esencial para la economía estadounidense, especialmente para sectores como la agricultura y la pesca, que dependen en gran medida de las predicciones y datos meteorológicos de la agencia.
La congresista Zoe Lofgren, miembro destacado del comité de ciencia de la Cámara de Representantes, ha calificado el plan presupuestario de la administración como «escandaloso y peligroso», advirtiendo que estas acciones están «destruyendo completamente» servicios esenciales. «Lo que hace NOAA es crucial para la investigación y los servicios meteorológicos que salvan vidas», subrayó Lofgren.
Algunos sectores conservadores consideran que NOAA es uno de los principales promotores de lo que denominan «alarmismo climático». La administración Trump ha llevado a cabo una ofensiva sistemática contra los recursos gubernamentales relacionados con el clima, que incluye despidos masivos y la eliminación de sitios web que contienen datos sobre el tiempo y el clima. Además, se prevén recortes en una rama de la NASA encargada de utilizar satélites para estudiar y monitorear los efectos del cambio climático.
Las implicaciones de estas decisiones van más allá de la investigación científica; podrían afectar la capacidad de Estados Unidos para enfrentar los desafíos climáticos del futuro y poner en riesgo la seguridad económica y ambiental del país.
