Las autoridades locales de China han emitido una alerta por tormenta inusual debido a vientos que alcanzan los 150 km/h, afectando especialmente a las regiones del norte del país. La Administración Meteorológica de China ha instado a los residentes de estas áreas, especialmente a aquellos que pesen menos de 50 kg, a permanecer en sus hogares, advirtiendo que podrían ser “fácilmente arrastrados” por las ráfagas de viento, según informan medios locales.
Durante este fin de semana, se han emitido cinco alertas meteorológicas que abarcan vientos, lluvias, nevadas y tormentas eléctricas, con ráfagas que alcanzan el nivel 13 en una escala que va del uno al diecisiete. Según la citada agencia, los vientos de nivel 11 pueden causar “daños graves”, mientras que los de nivel 12 provocan “destrucción extrema”.
Impacto en la capital y medidas de seguridad
Por primera vez en una década, se ha emitido una alerta de viento de nivel naranja, la segunda más alta en el sistema de cuatro niveles de China, para la capital, Pekín. La tormenta, provocada por un vórtice frío que se desplaza desde Mongolia, ha traído ráfagas de hasta 150 km/h a Pekín, Tianjin y partes de Hebei. Las autoridades han advertido que estos vientos son lo suficientemente fuertes como para arrancar árboles con troncos de hasta 30 cm de diámetro.
Para minimizar los daños, se han cerrado los parques de la ciudad y se han podado o reforzado los árboles más viejos. A pesar de estas medidas, casi 300 árboles han sido derribados, causando daños a varios vehículos, aunque no se han reportado heridos. Además, se ha aconsejado a los 22 millones de habitantes de Pekín evitar los viajes no esenciales.
Un residente de Pekín comentó: “Todo el mundo estaba realmente nervioso por esto. Hoy apenas hay gente en las calles. Sin embargo, no fue tan severo como imaginaba”. Otro local, un joven de 30 años apellidado Li, añadió: “No fue tan grave como imaginaba, no hasta el punto de que fuera imposible salir, aunque sí está teniendo un impacto en la vida diaria”.
La tormenta también ha interrumpido el transporte. Más de 400 vuelos han sido cancelados en el Aeropuerto Internacional de Pekín Capital y varios servicios de tren han sido suspendidos. Aunque los supermercados permanecen abiertos, las estanterías se han vaciado rápidamente.
En las localidades de Shijiazhuang y el condado de Laiyuan, en Hebei, la caída de árboles y escombros ha obligado al cierre de carreteras, y las tormentas de arena han provocado cierres adicionales durante la noche. Más al oeste, en Gansu y Ningxia, también se han reportado tormentas de arena, con visibilidad reducida a 50 metros en algunas áreas.
