El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha arremetido contra su sucesor, Joe Biden, acusándolo de ser el responsable de la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania. Durante una reciente conversación con periodistas a bordo del Air Force One, Trump afirmó que, de haber ganado las elecciones de 2020, el actual conflicto en Ucrania y la crisis en Oriente Medio no habrían ocurrido, y que la retirada de Afganistán no habría sido tan “vergonzosa”.
Trump calificó la guerra entre Rusia y Ucrania como “la guerra de Biden”, argumentando que el presidente actual ha proporcionado “miles de millones de dólares” a Ucrania y que, si hubiera tenido la capacidad de prever la situación, habría evitado que el conflicto comenzara. “Si tuviera algún cerebro, que no lo tiene, no habría permitido que esa guerra comenzara”, declaró Trump, quien también insinuó que el presidente ruso, Vladimir Putin, inició el conflicto por la falta de respeto que siente hacia Biden.
La respuesta de Biden y el compromiso de EE.UU.
Por su parte, Biden ha reiterado que la resolución del conflicto en Ucrania es una de sus principales prioridades, aunque ha reconocido las dificultades que esto conlleva, describiéndolo como “una guerra profundamente arraigada”. Desde el inicio de su mandato, la administración Biden ha comprometido alrededor de 175 mil millones de dólares en ayuda a Ucrania, que incluye sistemas de armas avanzados, municiones y asistencia financiera directa. Biden ha prometido apoyar a Ucrania “el tiempo que sea necesario”, mientras se ha negado a mantener conversaciones de alto nivel con el Kremlin.
En contraste, Trump ha reanudado el diálogo con Moscú desde su regreso a la oficina en enero. Delegaciones de ambos países han llevado a cabo varias rondas de conversaciones de alto nivel en los últimos meses con el objetivo de resolver el conflicto en Ucrania y restaurar las relaciones bilaterales. El Kremlin ha acogido con satisfacción este renovado contacto, describiendo las interacciones como productivas. Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, ha advertido que la resolución de los problemas de larga data en las relaciones entre EE.UU. y Rusia requerirá tiempo, subrayando que “ahora estamos caminando juntos por este camino, con mucha paciencia” y que “se está realizando un trabajo minucioso para eliminar las consecuencias” de la administración anterior.
