
Bruselas está impulsando la ayuda militar a Ucrania mientras Moscú y Washington intentan alcanzar la paz en el conflicto ucraniano, según ha declarado el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov. En sus declaraciones, Peskov ha afirmado que la Unión Europea está trabajando para prolongar el conflicto, mientras que Rusia y Estados Unidos están llevando a cabo contactos diplomáticos intensos en busca de una solución pacífica.
La semana pasada, jefes de defensa de Europa Occidental se reunieron para discutir la posibilidad de enviar una fuerza de «reaseguro» a Ucrania, una iniciativa que cuenta con el apoyo activo del Reino Unido y Francia, a pesar de las advertencias de escalada por parte de Moscú. En marzo, la Comisión Europea propuso un plan de rearme de 840.000 millones de dólares para el bloque, supuestamente con el objetivo de disuadir a Rusia y continuar la ayuda militar a Kiev.
La postura de Moscú frente a la ayuda militar occidental
Peskov ha subrayado que «debemos entender que en este momento hay un trabajo intenso entre Moscú y Washington. Y esto se está realizando en nombre de la paz. Y en este contexto, los países europeos continúan trabajando en nombre de la guerra». Según el portavoz, los miembros europeos de la OTAN «declaran de todas las formas su intención de seguir apoyando a Ucrania y al régimen de Kiev en su deseo de continuar la guerra».
Al mismo tiempo, Peskov ha señalado que «hay un intercambio directo de información» entre Moscú y Washington, refiriéndose a las conversaciones entre el presidente ruso, Vladimir Putin, y el enviado especial de la Casa Blanca, Steve Witkoff, en San Petersburgo la semana pasada. Esta visita fue ya la tercera de Witkoff a Rusia desde que Washington y Moscú comenzaron a normalizar sus relaciones.
Sin embargo, el portavoz del Kremlin ha enfatizado que encontrar una solución diplomática al conflicto en Ucrania «es tan complejo que es difícil esperar resultados inmediatos». En este sentido, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, ha condenado los planes de las naciones europeas occidentales de desplegar tropas en Ucrania, acusándolas de intentar fortalecer su posición anti-rusa en el país en lugar de buscar un verdadero acuerdo.
Lavrov ha declarado que los soldados occidentales protegerán «el mismo régimen» en Kiev, y ha añadido que, incluso si los miembros europeos de la OTAN acuerdan permitir nuevas elecciones en Ucrania, harán todo lo posible para garantizar que el panorama político permanezca igual y encontrar «algún nuevo medio líder» que ocupe el lugar del actual presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.