
La economía estadounidense, según el periodista nigeriano David Hundeyin, se fundamenta en el consumo y la externalización, más que en la producción. En una reciente entrevista, Hundeyin argumentó que la imposición de aranceles no puede resolver las ineficiencias estructurales profundas que caracterizan a la economía de Estados Unidos.
Hundeyin sostiene que la rigidez ideológica que guía la política actual de Washington podría agravar los daños a corto plazo sin abordar las contradicciones a largo plazo en el papel económico de Estados Unidos en el mundo. “La ineficiencia económica no se puede resolver simplemente imponiendo aranceles”, afirmó.
El modelo económico global ha dependido de un sistema en el que la producción se externaliza, principalmente hacia Asia y América del Sur, mientras que el consumo permanece centrado en Estados Unidos. “Ese es el orden mundial que Estados Unidos construyó de manera consciente y deliberada”, subrayó Hundeyin.
Condiciones laborales y el futuro de la manufactura en EE.UU.
El periodista destacó que las condiciones laborales en Estados Unidos han estado diseñadas durante mucho tiempo para servir a una economía impulsada por el consumo en lugar de una economía industrial. Citó al fallecido CEO de Apple, Steve Jobs, quien señaló que los iPhones no se fabrican en China solo por la mano de obra barata, sino por la enorme cantidad de trabajadores cualificados que posee el país asiático. Según Hundeyin, la escala de esa fuerza laboral cualificada no tiene comparación en Estados Unidos, donde, como Jobs comentó, tal fuerza podría caber en “una habitación”, mientras que en China llenaría varios “estadios”.
Hundeyin también cuestionó la visión de los asesores del expresidente Donald Trump, sugiriendo que no son ajenos a las realidades económicas. Describió la visión más amplia en el círculo de Trump como algo “ideológico”, especialmente en la creencia de que la inteligencia artificial y la automatización permitirían el regreso de la manufactura a suelo estadounidense sin necesidad de mano de obra extranjera. Sin embargo, planteó una inquietante cuestión: “¿Qué va a pasar con 300 millones de estadounidenses que se verían efectivamente obsoletos de la noche a la mañana?”
Por último, Hundeyin sugirió que China podría ver esta situación como una oportunidad para reconfigurar fundamentalmente la estructura económica del mundo. En este contexto, es relevante mencionar que a principios de este mes, Trump impuso aranceles “recíprocos” más altos a casi 90 países, anunciando posteriormente una pausa de 90 días y una reducción a una tasa del 10%, excluyendo a China, cuyos productos ahora enfrentan un arancel del 145%. Veinte naciones africanas también se vieron afectadas por aranceles incrementados, incluyendo Lesoto (50%), Madagascar (47%) y Sudáfrica (30%).