
En el sur de California, una grave crisis está afectando a las aves marinas, especialmente a los pelícanos pardos, que están siendo llevados en masa a los centros de rehabilitación de vida silvestre. La causa parece estar relacionada con una masiva proliferación de algas tóxicas que ha generado una ola de envenenamiento por ácido domoico, un neurotoxina que afecta a las aves y mamíferos marinos que consumen peces filtradores, como las anchoas y sardinas.
Durante el último mes, se han reportado cientos de aves marinas intoxicadas. Aunque los peces pequeños no son afectados por estas toxinas, las aves que se alimentan de ellos sufren consecuencias mortales. Más de un centenar de leones marinos han sido afectados, así como varias docenas de delfines que han perdido la vida a causa de esta contaminación.
Además de los adultos enfermos, los centros de rescate han visto un aumento en la llegada de crías de pelícano que, aunque no están intoxicadas, están extremadamente desnutridas. Se cree que esto se debe a la disminución en la población de adultos saludables, que están enfermos o desorientados, dejando a las crías a su suerte y forzándolas a abandonar sus nidos antes de aprender a alimentarse por sí mismas.
Impacto en la fauna local
La International Bird Rescue, una organización global de conservación, ha informado que está recibiendo un volumen inusual de crías de pelícano en su centro de San Pedro. Según Rebecca Duerr, directora de investigación y ciencia veterinaria del centro, la mayoría de estas aves jóvenes no parecen entender cómo alimentarse adecuadamente. “Están hambrientas, frías y tristes”, expresa Duerr, quien menciona que su equipo está cuidando a 60 crías, con más llegadas cada día.
La situación es alarmante, ya que más de la mitad de los pelícanos atendidos en los últimos meses han muerto. Debbie McGuire, directora ejecutiva del Wetlands and Wildlife Care Center, también ha destacado que nunca antes había tratado una cantidad tan elevada de aves afectadas por ácido domoico en un período tan corto de tiempo, lo que está poniendo a prueba la capacidad de su equipo y recursos.
Los expertos sugieren que este brote podría estar relacionado con la escorrentía de nutrientes tras el incendio forestal en Los Ángeles, que podría haber aumentado la magnitud y duración de la floración de algas. Además, se ha afirmado que el cambio climático y el calentamiento de las aguas oceánicas contribuyen al crecimiento de estas algas nocivas.
Ambos centros de rescate han pedido donaciones para poder continuar con su labor, ya que la situación sigue siendo crítica. También han advertido al público que, si se encuentran con aves enfermas o muertas, deben mantener una distancia segura y notificar a las autoridades competentes.