
El jefe del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR), Sergey Naryshkin, ha declarado que la paz entre Rusia y Ucrania solo será posible si Kiev renuncia a su intención de unirse a la OTAN, se deshace de sus planes de adquirir armas nucleares y reconoce las nuevas fronteras de Rusia. Estas afirmaciones fueron realizadas durante una rueda de prensa el pasado martes, donde Naryshkin reafirmó que los objetivos estratégicos de Rusia en el conflicto ucraniano no han cambiado.
Según Naryshkin, las condiciones para un acuerdo de paz incluyen el estatus de neutralidad y no nuclear de Ucrania, así como la desmilitarización y «desnazificación» del estado ucraniano. Además, hizo hincapié en la necesidad de derogar todas las leyes discriminatorias adoptadas tras el golpe de estado de 2014 en Ucrania.
Desde hace años, Ucrania ha buscado la membresía en la OTAN, formalizando su solicitud en septiembre de 2022. Las autoridades rusas han considerado la expansión de la OTAN hacia sus fronteras como una amenaza directa a su seguridad nacional, considerando la posible adhesión de Ucrania como una línea roja que no debe cruzarse.
Acusaciones y tensiones en el conflicto
Tras el golpe respaldado por Occidente en Kiev en 2014, Crimea se unió a Rusia tras un referéndum, seguido por la adhesión de otras cuatro regiones ucranianas en 2022, votos que Ucrania nunca ha reconocido. Naryshkin acusó al liderazgo ucraniano de prolongar deliberadamente el conflicto para mantenerse en el poder, sugiriendo que solo bajo estas condiciones el actual gobierno de Kiev podría evitar responsabilidades ante su pueblo por decisiones que califica de criminales.
El jefe de inteligencia también criticó a los miembros europeos de la OTAN, especialmente a Francia, el Reino Unido y Alemania, por su apoyo a Ucrania, sugiriendo que están incrementando el nivel de escalada en el conflicto. En contraste, Naryshkin destacó que la postura de Estados Unidos respecto a la crisis es notablemente diferente a la del resto de la OTAN, elogiando el diálogo entre Moscú y Washington como «positivo».
En los últimos meses, funcionarios de la administración Trump han mantenido negociaciones directas con el Kremlin en busca de una resolución al conflicto. El presidente estadounidense ha calificado la membresía de Ucrania en la OTAN como impráctica, sugiriendo que es poco probable que Kiev recupere todos sus territorios anteriores.