
Posibles signos de vida en el exoplaneta K2-18b
Un equipo de astrónomos ha identificado lo que consideran los signos más prometedores hasta la fecha de una posible biosignatura en el exoplaneta K2-18b. Aunque este hallazgo genera expectativas, los autores del estudio y otros expertos son cautelosos y no han declarado un descubrimiento definitivo de vida más allá de nuestro planeta. Utilizando el telescopio espacial James Webb, los investigadores han detectado huellas químicas en la atmósfera de K2-18b que sugieren la presencia de dimetil sulfuro (DMS) y posiblemente de dimetildisulfuro (DMDS). En la Tierra, estas moléculas son producidas exclusivamente por vida microbiana, en su mayoría por fitoplancton marino.
K2-18b se encuentra a 124 años luz de la Tierra y podría ser un mundo «hycean», es decir, un planeta potencialmente habitable completamente cubierto de agua líquida y con una atmósfera rica en hidrógeno. El autor principal del estudio, Nikku Madhusudhan, profesor de astrofísica y ciencia de exoplanetas en el Instituto de Astronomía de la Universidad de Cambridge, explica que su equipo teorizó sobre estos mundos en 2021, tras determinar la posible existencia de océanos de agua líquida en K2-18b. Este planeta se ubica en la zona habitable de su estrella, lo que significa que se encuentra a la distancia y temperatura adecuadas para albergar agua en estado líquido en su superficie.
No obstante, es importante subrayar que las moléculas detectadas podrían ser resultado de procesos químicos aún desconocidos que no requieren vida. Estas nuevas observaciones complementan investigaciones previas donde se identificaron dióxido de carbono y metano en la atmósfera del exoplaneta, utilizando diferentes instrumentos del telescopio Webb. Si bien los hallazgos son emocionantes, los autores del estudio advierten que se necesita más información antes de afirmar que existe evidencia directa de vida en otro mundo. Se estima que entre 16 y 24 horas de observaciones adicionales con Webb permitirían validar estos resultados.