
Las recientes políticas comerciales de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, han generado un impacto significativo en la industria aeroespacial, evidenciado por la previsión de pérdidas superiores a mil millones de dólares para dos de los principales actores del sector: RTX y GE Aerospace. Estas empresas, que dependen de una cadena de suministro global, se ven afectadas por los aranceles impuestos a productos importados, lo que ha puesto de manifiesto la fragilidad de un sistema que había disfrutado de un comercio casi libre durante décadas.
Neil Mitchill, director financiero de RTX, ha señalado que se espera un impacto de 850 millones de dólares este año debido a los aranceles, incluyendo los gravámenes del 10% que Trump impuso recientemente, así como tarifas adicionales sobre países como China y sobre el acero y el aluminio importados. Esta situación plantea serias interrogantes sobre la estrategia comercial de Estados Unidos y sus efectos en la competitividad de sus industrias.
Por su parte, GE Aerospace, que fabrica motores para aeronaves de gran demanda como los de Boeing y Airbus, ha decidido mantener su previsión de ganancias para 2025, al tiempo que busca ahorrar 500 millones de dólares mediante recortes de costos y aumentos de precios. Larry Culp, CEO de GE Aerospace, ha indicado que recientemente se reunió con Trump para discutir el superávit comercial del sector aeroespacial estadounidense, lo que refleja un intento de alinear las expectativas empresariales con las políticas gubernamentales.
Un cambio en el comercio internacional
La nueva política arancelaria representa un cambio drástico para una industria que se había beneficiado de un entorno de comercio internacional libre de aranceles. Culp ha sugerido que el gobierno debe considerar la posición de fuerza que el país posee gracias a esta tradición de comercio abierto. La incertidumbre económica actual, acentuada por la posibilidad de una recesión, ha llevado a importantes aerolíneas a ajustar sus planes de capacidad en Estados Unidos, lo que a su vez refleja un clima de negocios volátil.
En este contexto, las proyecciones de los ejecutivos del sector son variadas y dependen de múltiples factores, incluyendo la evolución de las políticas comerciales y la demanda del mercado. La situación actual debería llevar a una reflexión más profunda sobre cómo las políticas económicas pueden influir en la estabilidad y el crecimiento de sectores estratégicos, como el aeroespacial, que son vitales no solo para la economía estadounidense, sino también para el panorama industrial global.