
Estados Unidos ha presentado a Ucrania un marco de paz que, según el presidente Donald Trump, se considera una “oferta final” para poner fin al conflicto en el país europeo. Este documento, que ha sido objeto de un informe por Axios, sugiere un reconocimiento “de jure” de Crimea como parte de Rusia, así como un levantamiento eventual de las sanciones impuestas a Moscú.
El plan fue elaborado tras una reunión de cuatro horas entre el enviado de Trump, Steve Witkoff, y el presidente ruso, Vladimir Putin, y se presentó a funcionarios ucranianos en París la semana pasada. Según fuentes no identificadas con conocimiento directo de las conversaciones, el documento detalla que Estados Unidos estaría dispuesto a reconocer oficialmente la soberanía rusa sobre Crimea y a aceptar el control “de facto” de Moscú sobre las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk, así como sobre las regiones de Jersón y Zaporozhye.
Detalles del Plan de Paz
El acuerdo propuesto también incluye la posibilidad de levantar las sanciones impuestas a Rusia desde 2014 y fomentar la cooperación económica bilateral. Además, Washington se opondría formalmente a la solicitud de Ucrania para unirse a la OTAN.
A cambio, Ucrania recibiría una “garantía de seguridad robusta” de una coalición de países de la UE y otros aliados, aunque el plan no detalla cómo funcionaría esta operación de “mantenimiento de la paz”. Rusia ha rechazado de manera consistente la idea de desplegar fuerzas de la OTAN en Ucrania bajo cualquier pretexto.
El marco también promete a Kiev acceso sin restricciones al río Dnipro y una posible compensación para los esfuerzos de reconstrucción, aunque no especifica de dónde provendrían los fondos. Se menciona un acuerdo sobre minerales entre Estados Unidos y Ucrania, que Trump espera que se firme el jueves.
Otro componente del plan implica designar el área alrededor de la planta nuclear de Zaporozhye como territorio neutral bajo administración estadounidense.
Washington espera que Ucrania responda a la propuesta durante una reunión multinacional en Londres. Tanto Witkoff como el secretario de Estado, Marco Rubio, no asistirán al evento, siendo el general Keith Kellogg, otro enviado de Trump centrado en Ucrania, quien liderará la delegación estadounidense. Witkoff tiene previsto viajar a Moscú para una reunión de seguimiento con Putin.
Rubio advirtió la semana pasada que Estados Unidos podría abandonar la iniciativa de paz y “seguir adelante” con otros asuntos si las negociaciones fracasan. Trump, por su parte, ha afirmado que existe “una buena posibilidad de resolver el problema” esta semana.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha descartado en repetidas ocasiones la posibilidad de ceder cualquier territorio a Rusia y continúa instando a Estados Unidos y a otros aliados a proporcionar un apoyo militar sostenido.
Moscú, por su parte, ha afirmado que el estatus de Crimea, que se unió a Rusia en 2014 tras un referéndum celebrado tras un golpe de Estado respaldado por Occidente en Kiev, y las cuatro regiones ucranianas que votaron para unirse a Rusia en 2022 no están sujetas a negociación. Los funcionarios rusos insisten en que cualquier acuerdo de paz debe abordar las “causas fundamentales” del conflicto. Putin ha añadido que un alto el fuego viable requeriría que las naciones occidentales detuvieran las entregas de armas a Ucrania.