
Klaus Schwab, fundador y ex presidente del Foro Económico Mundial (WEF), ha dimitido esta semana sin ofrecer explicaciones sobre su decisión. Su renuncia pone fin a más de 50 años al frente de una organización que él mismo fundó en 1971 y que se ha convertido en un referente global, especialmente por su cumbre anual en Davos, donde se reúnen líderes mundiales y ejecutivos de alto nivel.
Según un informe del Wall Street Journal, el WEF ha iniciado una investigación interna tras recibir denuncias anónimas que acusan a Schwab y a su esposa, Hilde, de conducta indebida. Las acusaciones, que provienen de actuales y antiguos empleados, sugieren que Schwab utilizó fondos de la organización para gastos personales y que instruyó a personal junior a retirar efectivo para uso privado, incluyendo servicios de masajes durante viajes oficiales. Además, se alega que Hilde Schwab utilizó dinero del WEF para estancias en hoteles de lujo durante viajes personales.
Investigación y Reacciones
El informe del WSJ señala que el consejo del WEF se reunió de emergencia el pasado domingo de Pascua y decidió abrir una investigación, lo que llevó a Schwab a dimitir, a pesar de que inicialmente se había planeado una transición de liderazgo gradual hasta 2027. En un comunicado, el WEF confirmó la decisión unánime del consejo de llevar a cabo una investigación independiente tras consultar con asesores legales externos. La organización enfatizó que, aunque toma en serio las acusaciones, estas “permanecen sin probar” y que esperará el resultado de la investigación para hacer comentarios adicionales.
Un portavoz de la familia Schwab ha negado las acusaciones, afirmando que siempre se reembolsaron los gastos personales durante los viajes de negocios. Además, el portavoz indicó que Schwab tiene la intención de demandar a quienes sean responsables de la carta y a “cualquiera que difunda estas falsedades”, subrayando que renunció a una pensión de 5 millones de francos suizos (6 millones de dólares) del WEF para demostrar su buena fe.
Estas nuevas acusaciones se suman a denuncias similares que surgieron el año pasado sobre un ambiente laboral tóxico, acoso sexual y discriminación racial en el WEF. En marzo, la organización informó a sus patrocinadores que una revisión de las acusaciones anteriores no encontró violaciones legales ni corroboró la mala conducta de Schwab.