
Un reciente estudio internacional ha puesto de manifiesto las diferencias en la apreciación del cuerpo entre mujeres de sociedades de Oriente Medio y Occidente, revelando cómo las influencias culturales y familiares moldean la imagen corporal y los comportamientos alimentarios en las jóvenes. Esta investigación, liderada por la Universidad Flinders y publicada en la revista Body Image, ha encuestado a más de 850 mujeres de entre 18 y 25 años en Australia y Líbano, analizando el papel que desempeñan las madres y hermanas en la formación de la insatisfacción corporal, la apreciación del cuerpo y los patrones alimentarios.
La autora principal, Melanie Deek, psicóloga y candidata a doctora, señala que, aunque ambos grupos de mujeres comparten niveles similares de insatisfacción corporal, las mujeres de Oriente Medio mostraron una mayor apreciación de su cuerpo en comparación con sus contrapartes occidentales. Deek afirma: «Nuestros hallazgos desafían las suposiciones comúnmente sostenidas de que la imagen corporal negativa se experimenta de manera universal».
Influencia Familiar y Cultural
El estudio destaca la influencia significativa de la familia, especialmente de las madres, en los resultados tanto positivos como negativos sobre la imagen corporal. «Las madres, más que las hermanas, tienen un impacto consistentemente más fuerte en la formación de los comportamientos alimentarios y la imagen corporal», explica Deek.
Curiosamente, aunque las mujeres de Oriente Medio informaron de conversaciones más frecuentes sobre peso y apariencia, estas pláticas estaban relacionadas con resultados positivos, como un aumento en la apreciación del cuerpo, sugiriendo una dinámica cultural más matizada.
Además, el estudio reveló diferencias en los comportamientos alimentarios, siendo las mujeres de Oriente Medio más propensas a practicar una alimentación consciente, como comer sin distracciones, hábitos que se asocian con una mejor salud mental y física. Deek concluye: «Su enfoque en la alimentación consciente puede contribuir no solo a hábitos alimentarios más saludables, sino también a una imagen corporal más positiva».
La investigadora senior, la profesora Ivanka Prichard, experta en imagen corporal, enfatiza que los hallazgos desafían la noción de que las preocupaciones sobre la imagen corporal son predominantemente occidentales. «Los ideales de belleza occidentales se están expandiendo globalmente, pero este estudio demuestra que los factores culturales y familiares todavía juegan un papel poderoso en cómo las jóvenes se perciben a sí mismas», afirma Prichard.
Con vistas al futuro, el equipo de investigación planea ampliar el estudio para incluir más regiones de Oriente Medio, especialmente áreas menos influenciadas por los estándares de belleza occidentales, y explorar cómo estos hallazgos se traducen en sociedades multiculturales como Australia. «Nuestro trabajo subraya la necesidad de enfoques inclusivos y culturalmente sensibles para promover una imagen corporal positiva y comportamientos alimentarios saludables en todo el mundo», concluye Deek.