
Un estudio exhaustivo realizado en el Instituto Max Planck de Biología Evolutiva ha desvelado sorprendentes detalles sobre las estrategias de apareamiento de los ratones domésticos machos. En esta investigación, se siguió a 244 ratones macho derivados de la naturaleza a lo largo de sus vidas, que se extendieron hasta 11 meses, en recintos de estilo real, lo que permitió observar su comportamiento en un entorno más cercano al natural.
La investigación, liderada por el científico Fragkiskos Darmis y sus colaboradores Anja Guenther y Alexandros Vezyrakis, se ha publicado en la revista Journal of Animal Ecology. Los hallazgos indican que, aunque las estrategias de apareamiento de los ratones son flexibles, también están vinculadas a diferencias individuales consistentes, lo que los científicos denominan «rasgos de personalidad». Así, algunos ratones tienden a ser más territoriales, mientras que otros prefieren vagar en busca de parejas.
Estrategias de apareamiento y adaptabilidad
Un aspecto interesante del estudio es que estos comportamientos no están necesariamente determinados por la genética. Más bien, pueden surgir según las circunstancias individuales de cada ratón. Este fenómeno se entiende como una forma de «adaptarse a la situación», donde la estrategia de un macho puede cambiar en función de su entorno, sus rivales y su estado físico. Cuando un macho no puede ganar en la competencia territorial, optar por vagar se convierte en una alternativa inteligente.
Los resultados muestran que los machos territoriales suelen reproducirse con más frecuencia, aunque esto conlleva ciertos riesgos, como el estrés y una mayor probabilidad de lesiones. Por otro lado, los machos que vagan pueden tener menos oportunidades de reproducción, pero aún así logran transmitir sus genes, sobre todo en situaciones de alta competencia. A largo plazo, ambas estrategias pueden resultar en un éxito reproductivo similar.
Además, los investigadores han observado que los machos vagabundos tienden a tener testículos relativamente más grandes, lo que sugiere que invierten más en la producción de esperma, quizás para aumentar sus probabilidades en encuentros breves. Así, no solo el comportamiento varía entre los machos, sino también su fisiología y la inversión de energía en la reproducción.
Este estudio revela que los ratones machos adoptan distintas estrategias de apareamiento dependiendo de su personalidad, condición física y entorno social. Estas estrategias, ya sea la defensa de un territorio o la búsqueda de parejas, no solo afectan sus posibilidades de reproducción, sino que también determinan diferentes trayectorias de vida. Algunos ratones viven más tiempo, mientras que otros asumen mayores riesgos.
Los hallazgos ofrecen una nueva perspectiva sobre cómo los animales pueden adaptarse y evolucionar en respuesta a cambios en su entorno, destacando la flexibilidad y la dinámica de estos comportamientos en el mundo animal.