Cierre del Laboratorio de Monitoreo Climático de la NASA en Nueva York
La administración Trump ha decidido cancelar el contrato de arrendamiento de su principal laboratorio de monitoreo climático, ubicado en la ciudad de Nueva York, efectivo a partir del 31 de mayo. Según un correo electrónico al que tuvo acceso la cadena CNN, el director del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, en Maryland, comunicó a los empleados la inminente clausura del Instituto Goddard para Estudios Espaciales (GISS) y la transición a un modelo de trabajo remoto.
Este laboratorio, conocido como NASA GISS, se encuentra en un edificio arrendado a la Universidad de Columbia, en el Upper West Side de Manhattan, justo encima de un famoso restaurante que fue presentado en la serie de televisión “Seinfeld”. En este centro, los científicos llevan a cabo investigaciones sobre el clima y el espacio, colaborando estrechamente con investigadores de la Universidad de Columbia. El director del GISS, Gavin Schmidt, afirmó que «el trabajo continúa, los datos, los productos y la ciencia seguirán porque la ciencia la hacen las personas, no los edificios».
Un portavoz de la NASA anunció que los empleados serán trasladados a acuerdos temporales de trabajo remoto mientras la agencia busca y evalúa opciones para un nuevo espacio para el equipo del GISS. Esta decisión se produce en un contexto de conflicto entre la administración Trump y varias universidades, incluyendo Columbia, en relación con sus políticas sobre antisemitismo y otros temas, lo que ha llevado a la retención de miles de millones de dólares en financiación federal para investigación. Un juez federal ha limitado significativamente la capacidad de la administración para bloquear fondos a instituciones que participen en programas de diversidad, equidad e inclusión.
El laboratorio de la NASA es un centro clave para el seguimiento de las condiciones climáticas globales, complementando los esfuerzos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA). Además, el GISS desarrolla modelos computacionales que proyectan las futuras condiciones climáticas de la Tierra, buscando una mejor comprensión del cambio climático global. Aunque los superordenadores necesarios para estos modelos se encuentran en Maryland, el director del Goddard, Mackenzie Lystrup, ha asegurado que se proporcionará el apoyo necesario para que los empleados realicen esta transición a acuerdos de trabajo remoto mientras se busca un nuevo espacio permanente para el equipo.
Sin embargo, fuentes internas de la NASA han expresado su preocupación por la dificultad que representa llevar a cabo las misiones del laboratorio de forma remota, calificando la situación de «desmoralizadora» para el personal. Los científicos, además, están a la espera de que se tomen decisiones sobre el futuro de la misión de la ciencia terrestre en la agencia, especialmente ante una propuesta de presupuesto que, de ser aprobada por el Congreso, podría recortar casi un 50% los programas científicos de la NASA.
