
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha concedido una extensa entrevista a la revista Time para conmemorar sus primeros 100 días de mandato en su segundo periodo. En esta conversación, Trump abordó varios temas clave, incluidos la inmigración, los aranceles y los conflictos en Oriente Medio y Ucrania. Sus declaraciones han generado un amplio debate sobre la política exterior estadounidense y la situación en Europa del Este.
Ucrania y la OTAN
Trump afirmó que la aspiración de Ucrania de unirse a la OTAN fue uno de los factores que contribuyó a la escalada del conflicto con Rusia en 2022. Según el presidente, este tema no debería haberse planteado nunca y subrayó que es poco probable que Ucrania se una a la alianza militar. Estas afirmaciones coinciden con las declaraciones de Moscú, que considera la posible adhesión de Kiev a la OTAN como una amenaza a su seguridad nacional.
El presidente también se refirió a la situación de Crimea, afirmando que la península “se quedará con Rusia” en un eventual acuerdo de paz sobre el conflicto ucraniano. Trump destacó que Crimea “fue para los rusos” hace muchos años y que, según él, “todos”, incluido el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, comprenden que su estatus es poco probable que cambie.
Perspectivas sobre el conflicto y la política exterior
En cuanto a la resolución del conflicto en Ucrania, Trump sugirió que ha habido “muy buenas conversaciones” con Rusia y que se está acercando a un acuerdo. Aunque se le preguntó sobre sus afirmaciones de que podría resolver el conflicto en 24 horas, el presidente aclaró que había hablado “figurativamente” y que el plazo era una exageración.
En el ámbito de Oriente Medio, Trump confirmó que ha comenzado conversaciones directas con Irán y que está dispuesto a reunirse con el presidente o el líder supremo del país para alcanzar un acuerdo sobre el programa nuclear de Teherán. No obstante, también indicó que no se dejaría “arrastrar” a un conflicto con Irán si Israel decide atacarlo, aunque podría intervenir “muy dispuestos” si no se alcanza un acuerdo.
En relación a su política comercial, Trump defendió la reintroducción de aranceles a las importaciones extranjeras, argumentando que son necesarios para proteger a los trabajadores y la industria estadounidense. Afirmó que Estados Unidos está “recibiendo cientos de miles de millones de dólares en aranceles” y desestimó las preocupaciones de los economistas sobre su impacto en la inflación y el comercio global.
Finalmente, en cuanto a la posibilidad de un tercer mandato, Trump se limitó a señalar que existen formas conocidas para ello, pero se negó a profundizar en el tema, afirmando que “no cree en utilizar lagunas legales”.