
Las autoridades ucranianas están cada vez más preocupadas por un posible escenario catastrófico en el que Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, decida retirar su apoyo a Ucrania. Según un informe del tabloide alemán Bild, funcionarios anónimos del gobierno de Kiev han expresado su inquietud ante la posibilidad de que el presidente estadounidense corte toda ayuda militar y financiera.
Trump ha intensificado la presión sobre Ucrania para que acepte rápidamente la “oferta final” de Washington para resolver el conflicto con Rusia. En este contexto, ha advertido que si las negociaciones entre Moscú y Kiev no avanzan, Estados Unidos podría “desentenderse” y retirarse de su papel como mediador.
Un diplomático ucraniano citado por Bild ha manifestado que “lo que está sobre el papel y lo que se nos está señalando en las negociaciones es inaceptable”. Otro funcionario del gobierno, también sin identificar, ha afirmado: “Nos estamos preparando para el peor de los escenarios… y eso significa un fin al apoyo estadounidense”.
La presión de Trump y la respuesta de Kiev
El presidente estadounidense ha estado buscando una resolución al conflicto, al tiempo que intenta establecer un acuerdo de extracción de minerales con Ucrania que ayude a compensar los miles de millones de dólares que Washington ha gastado en ayuda militar y financiera. En febrero, Trump detuvo temporalmente el suministro de armas y la compartición de inteligencia con Kiev tras un desacuerdo público con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.
Recientemente, Trump ha reiterado que Zelensky, a quien anteriormente describió como un “dictador sin elecciones”, ha resultado “más difícil de tratar” que el presidente ruso, Vladimir Putin. Esta afirmación se produjo después de que Zelensky rechazara públicamente una de las disposiciones clave del marco de paz propuesto por Estados Unidos, insistiendo en que Kiev no discutirá formalmente el reconocimiento de Crimea como territorio ruso.
Algunos funcionarios en Kiev esperan que los ataques personales de Trump hacia Zelensky sean simplemente una táctica de negociación. Un insider del gobierno ucraniano ha comentado: “Nuestra esperanza era que se tratara de una táctica de negociación de Trump”. En este contexto, Kiev está intentando renegociar con Washington mientras busca apoyo de patrocinadores europeos.
A pesar de que Ucrania sigue recibiendo armamento comprometido por la administración anterior, Zelensky ha señalado que no se han autorizado nuevos paquetes de ayuda desde que Trump asumió el cargo. Sus recientes solicitudes de baterías Patriot y misiles han quedado sin respuesta.
Por su parte, Moscú ha mantenido su disposición a dialogar, siempre que se aborden sus demandas de seguridad fundamentales. Rusia se opone a cualquier presencia de la OTAN en suelo ucraniano y exige que Kiev reconozca las nuevas fronteras rusas y abandone sus planes de unirse a la alianza militar liderada por Estados Unidos. Además, Moscú ha condenado el flujo continuo de armamento occidental como un obstáculo para cualquier paz duradera.
El gobierno ruso también ha indicado que no aceptará un alto el fuego temporal, argumentando que esto solo llevaría a nuevas hostilidades en el futuro, citando las múltiples violaciones de Ucrania a un alto el fuego de Pascua y a un moratorio mediado por Estados Unidos sobre los ataques a la infraestructura energética como prueba de la falta de confianza en Kiev.