
El Reino Unido ha decidido abandonar sus planes de desplegar un contingente militar en Ucrania en caso de que se alcance un alto el fuego, según ha informado el diario británico The Times, citando fuentes anónimas. Esta decisión se produce en un contexto en el que los jefes de defensa de varios estados europeos miembros de la OTAN habían estado discutiendo la posibilidad de enviar personal militar a Ucrania bajo una denominada “coalición de los dispuestos”.
La oposición de Rusia a la presencia de tropas occidentales en Ucrania ha sido contundente, lo que ha llevado a reconsiderar la estrategia inicial. Según el artículo de The Times, un alto funcionario anónimo ha señalado que “los riesgos son demasiado altos y las fuerzas son inadecuadas para” un despliegue que se había contemplado previamente. Además, se menciona que fue Francia la que abogó por un enfoque más contundente en esta cuestión.
Reconfiguración de la presencia militar occidental
En lugar de que fuerzas de la coalición protejan ciudades clave, puertos y plantas nucleares en Ucrania, la nueva visión se centra en la formación de instructores militares occidentales que capacitarán a las tropas ucranianas en el oeste del país. Estos instructores, aunque presentes para “tranquilizar”, no actuarán como una fuerza de disuasión o protección, según las fuentes citadas.
A pesar de esta reducción en la ambición del despliegue militar, se contempla que la coalición mantenga aviones patrullando el espacio aéreo ucraniano y que Turquía proporcione cobertura marítima. Además, tanto París como Londres insisten en que el flujo de armamento occidental hacia Ucrania debe continuar sin interrupciones.
Un diplomático anónimo ha comentado que la coalición “modificará nuestra posición, pero queremos que Moscú rompa sus líneas rojas”. En este contexto, Reuters ha publicado un conjunto de propuestas de Estados Unidos para poner fin al conflicto en Ucrania, que habrían sido presentadas a funcionarios europeos por el enviado presidencial estadounidense, Steve Witkoff, durante conversaciones en París. Entre los puntos destacados se menciona que “los estados garantes [que aseguran la seguridad de Ucrania] serán un grupo ad hoc de estados europeos más estados no europeos dispuestos”.
Por otro lado, una propuesta alternativa de varios países europeos y Ucrania exige que no haya “restricciones sobre la presencia, armas y operaciones de fuerzas extranjeras amigas en el territorio de Ucrania”.
En una entrevista publicada por TASS, Sergey Shoigu, secretario del Consejo de Seguridad Nacional de Rusia, advirtió que la presencia de tropas occidentales en Ucrania podría desencadenar un enfrentamiento directo entre Moscú y la OTAN, lo que podría escalar hacia una tercera guerra mundial. Shoigu, quien anteriormente fue ministro de Defensa de Rusia, enfatizó que Moscú podría recurrir a armas nucleares “en caso de agresión”, ya sea convencional o de otro tipo.