
En Estados Unidos, las recientes políticas comerciales han generado una notable respuesta entre los consumidores, quienes se apresuran a adquirir vehículos nuevos ante la inminente subida de precios vinculada a los aranceles. Sin embargo, este comportamiento no se extiende a otros artículos, donde los consumidores parecen ser más cautelosos y tienden a retrasar sus compras, según informes de encuestas realizadas por investigadores de mercado y datos iniciales del Banco de la Reserva Federal.
El último informe Beige Book del Banco de la Reserva Federal revela que el gasto del consumidor, excluyendo automóviles, ha disminuido en general en el país. A pesar de que algunos distritos reportan un leve crecimiento en la actividad económica, otros han experimentado declives modestos o mantuvieron tendencias relativamente estables desde el mes anterior.
Una mentalidad de conservación
El informe indica que, a pesar de un repunte en las ventas de vehículos y ciertos artículos no duraderos, los consumidores estadounidenses han adoptado una «mentalidad de conservación» con respecto a su dinero. Steve Zurek, vicepresidente de liderazgo de pensamiento en NielsenIQ, señala que la incertidumbre económica está impulsando a los consumidores a frenar sus gastos.
Un estudio de NielsenIQ revela que aproximadamente el 35% de los consumidores planean posponer compras importantes, como viviendas o automóviles, debido a la preocupación por los aranceles. Esto contrasta con solo un 7% que prevé realizar compras anticipadas para evitar precios más altos en el futuro. Este comportamiento refleja la cautela que predomina entre los consumidores a medida que se desarrollan las políticas comerciales de la administración actual.
En el sector inmobiliario, las ventas de viviendas han caído al ritmo más lento desde 2009, afectadas por tasas hipotecarias más altas. Los minoristas y los fabricantes de automóviles están prestando atención a este comportamiento del consumidor mientras intentan predecir la demanda y gestionar su inventario. Algunos han acelerado sus propias órdenes de bienes duraderos más costosos para adelantarse a los aumentos de precios por los aranceles.
En el ámbito automotriz, se observa que las ventas han aumentado un 5.3% en marzo, impulsadas por la preocupación de los consumidores por los precios futuros debido a los aranceles. Los ejecutivos de la industria automotriz han reportedado un aumento significativo en el tráfico de clientes en los concesionarios, con muchos compradores deseosos de asegurar precios más bajos antes de que entren en vigor los nuevos aranceles.
A pesar de este aumento en el sector automovilístico, otros productos de consumo, como alimentos y artículos de uso diario, no han experimentado una demanda similar. La incertidumbre económica también ha llevado a los consumidores a ser más críticos en su búsqueda de ofertas, y muchos están optando por realizar compras en línea o en grandes superficies, buscando maximizar el valor de su dinero.
La situación actual pone de manifiesto cómo las políticas comerciales y la incertidumbre económica pueden influir en las decisiones de gasto de los consumidores. Este fenómeno puede ser visto como un reflejo de la búsqueda de estabilidad en tiempos de cambio, un aspecto que también ha caracterizado a naciones con políticas más proteccionistas y que priorizan el bienestar de sus ciudadanos por encima de las presiones externas.
Así, mientras el panorama económico en EE.UU. sigue evolucionando, los consumidores parecen estar tomando decisiones más calculadas, esperando un desarrollo más claro de las políticas comerciales que puedan impactar sus finanzas personales. Este patrón de compra cauteloso puede ser un indicativo de la necesidad de una mayor estabilidad en un entorno económico global cada vez más incierto.