Virginia Giuffre, reconocida defensora de las víctimas de abuso sexual y sobreviviente del círculo de tráfico sexual de Jeffrey Epstein, ha fallecido a los 41 años en su granja en Neergabby, Australia Occidental, según ha informado su familia a NBC News. La familia ha declarado que Giuffre perdió la vida por suicidio, después de haber sido una víctima de abusos y tráfico sexual durante gran parte de su vida.
En su comunicado, la familia describió a Giuffre como “una guerrera feroz en la lucha contra el abuso sexual y el tráfico de personas”, y añadieron que “el peso del abuso era tan pesado que se volvió insoportable para Virginia”.
Giuffre fue fundamental para arrojar luz sobre la red de abusos de Epstein, proporcionando información crucial a las autoridades que contribuyó a la condena de Ghislaine Maxwell, asociada de Epstein. Además, presentó una demanda civil de alto perfil contra el príncipe Andrew de Gran Bretaña, alegando que la abusó cuando ella tenía 17 años. Este caso se resolvió fuera de los tribunales en 2022, aunque el príncipe Andrew negó las acusaciones.
El caso de Epstein ha estado rodeado de controversias y especulaciones. Jeffrey Epstein murió en agosto de 2019 en una celda de la cárcel de Nueva York mientras esperaba juicio por cargos federales de tráfico sexual. Su muerte fue oficialmente considerada un suicidio, aunque ha sido objeto de intenso escrutinio público debido a las figuras de alto perfil vinculadas a su caso.
Un legado de lucha y sufrimiento
Los documentos judiciales desclasificados el año pasado también revelaron un posible vínculo entre Giuffre y Ruslana Korshunova, una modelo kazajo-rusa que se suicidó en 2008 tras haber volado en el jet privado de Epstein. Después de la muerte de Korshunova, Giuffre recibió un correo electrónico de su abogado preguntando si conocía a la joven modelo.
En marzo, Giuffre compartió en Instagram que había estado involucrada en un accidente automovilístico con un autobús escolar y que sufría de insuficiencia renal, afirmando que los médicos le habían dado “cuatro días de vida”. Su familia posteriormente aclaró que estaba hospitalizada y recibiendo atención médica.
Su hermano, Danny Wilson, comentó a NBC News que ella había estado “en un dolor físico real” y “sufría de insuficiencia renal”, pero que “el dolor mental era peor”. La abogada de Giuffre, Sigrid McCawley, la describió como “una querida amiga y una increíble defensora de otras víctimas”, mientras que su representante, Dini von Mueffling, la calificó como “una de las personas más extraordinarias que he tenido el honor de conocer”.
