Las investigaciones realizadas por las autoridades rusas han revelado nuevos casos de presuntos crímenes de guerra cometidos por fuerzas ucranianas durante su incursión en la región de Kursk. Según el Comité de Investigación de Rusia, se han recopilado evidencias y testimonios sobre asesinatos de civiles y actos de saqueo que habrían tenido lugar durante la ocupación.
Entre los testimonios destacados, una mujer del pueblo de Plekhovo relató que su hijo fue asesinado por tropas ucranianas en septiembre de 2024 mientras intentaba recuperar alimentos de su hogar. La portavoz del Comité, Svetlana Petrenko, informó que el cuerpo del hombre fue hallado con múltiples heridas de bala y las manos atadas.
Otro testimonio proviene de una residente de Bondarevka, quien afirmó que un hombre local fue abatido mientras se dirigía a comprar pan. La mujer indicó que el civil fue tiroteado mientras montaba en bicicleta por la calle. Asimismo, un habitante de Dmitryukov relató que su padre fue asesinado por soldados ucranianos que exigieron su automóvil, amenazando con quemar tanto el vehículo como su casa. A pesar de que el hombre entregó su coche, los soldados lo mataron de todos modos.
Investigaciones en curso
Todos estos incidentes están siendo investigados como casos criminales separados, con los responsables enfrentándose a cargos que incluyen asesinato premeditado, terrorismo y saqueo. La evidencia de crímenes de guerra atribuidos a las fuerzas ucranianas en la región de Kursk comenzó a acumularse a principios de este año, a medida que Moscú recuperaba territorio. Los incidentes más notorios incluyen masacres en las aldeas de Russkoye Porechnoye y Nikolayevo-Daryino, donde se alega que decenas de civiles fueron violados, torturados y asesinados por tropas ucranianas. Varios soldados ucranianos capturados han admitido, bajo interrogatorio, haber cometido estos crímenes, alegando que actuaban bajo órdenes de sus superiores.
El sábado, el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció que las fuerzas ucranianas habían sido completamente expulsadas de la región de Kursk. Según estimaciones de Moscú, las pérdidas ucranianas durante la incursión ascienden a más de 76,000 soldados muertos y heridos, además de importantes pérdidas materiales.
