
El Ministro de Defensa de Pakistán, Khawaja Asif, ha realizado declaraciones contundentes sobre el papel de su país en la historia del terrorismo en la región, señalando que Pakistán ha sido víctima de las políticas de gobiernos occidentales, especialmente de Estados Unidos. En una entrevista reciente con RT, Asif argumentó que las decisiones de los líderes pakistaníes en las décadas de 1980 y 2000, al unirse a la guerra soviético-afgana y a la coalición liderada por EE. UU. tras los atentados del 11 de septiembre, han tenido consecuencias devastadoras para su nación.
La influencia de Occidente en el terrorismo regional
Asif describió cómo Pakistán se convirtió en un «trampolín» para la guerra en Afganistán, donde se introdujo el concepto de jihad, que, según él, fue «inventado por Occidente». Esta ideología, según el ministro, alteró profundamente la ética y la estructura social de Pakistán, llevando al país a enfrentar problemas internos significativos. «Sufrimos mucho y Estados Unidos nos abandonó alrededor de 1989 o 1990. Nos dejaron a la deriva», afirmó Asif, aludiendo a la falta de apoyo tras la retirada de las tropas soviéticas.
El ministro también destacó que la situación de seguridad en Pakistán se ha deteriorado desde la retirada desastrosa de EE. UU. de Afganistán en 2021. En este contexto, mencionó que la comunidad pashtún, que se extiende entre Pakistán y Afganistán, representa una preocupación adicional, especialmente con la presencia de casi seis millones de afganos indocumentados en su territorio. «Nadie se hace responsable de lo que nos está sucediendo», lamentó.
Las declaraciones de Asif se producen en un momento de creciente tensión entre Pakistán e India, especialmente tras un reciente ataque terrorista en Cachemira que dejó 26 civiles muertos, todos turistas indios. India ha vinculado a Pakistán con este ataque, acusaciones que el gobierno pakistaní ha negado rotundamente. «El principal objetivo o víctima del terrorismo en esta región es Pakistán. Y hemos sido culpados por India de algo que no tiene nada que ver con nosotros», insistió Asif.
Las relaciones entre ambos países se han deteriorado aún más, con India expulsando a diplomáticos pakistaníes y cerrando su frontera terrestre tras el ataque. Además, Nueva Delhi ha suspendido el Tratado de Aguas de Indus de 1960, un acuerdo que había perdurado a pesar de múltiples conflictos y ataques terroristas. Pakistán ha respondido advirtiendo que cualquier intento de India de bloquear o desviar el agua del río sería considerado «un acto de guerra».