Un cambio a largo plazo hacia condiciones más secas está transformando paisajes y medios de vida en todo el planeta. Este fenómeno, conocido como aridificación, afecta actualmente a 2.300 millones de personas y al 40% de la superficie terrestre, con serias implicaciones para la agricultura y los sistemas de agua. En Estados Unidos, regiones como el Valle Central de California y las Grandes Llanuras, comúnmente consideradas como el «granero del mundo», se enfrentan a decisiones difíciles sobre qué cultivar, cómo irrigar y cómo adaptarse a un futuro en el que el agua no es un recurso garantizado.
Estos hallazgos se presentan en el artículo de Nature Water titulado «La creciente aridificación demanda soluciones adaptativas globales urgentes y acciones políticas», liderado por la profesora Narcisa Pricope, Vicepresidenta Asociada de la Universidad Estatal de Misisipi, en colaboración con un equipo de científicos internacionales.
Julie Jordan, Vicepresidenta de investigación y desarrollo económico de la universidad, señala que «la Universidad Estatal de Misisipi está a la vanguardia en la lucha contra los desafíos globales a través de investigaciones que generan un impacto real». El trabajo de la Dra. Pricope ejemplifica cómo los científicos están conectando la ciencia internacional con soluciones prácticas que moldean políticas y prácticas para fortalecer la resiliencia a nivel global.
Implicaciones locales y globales de la aridificación
La investigación se presentó en la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación, una plataforma global donde la ciencia se encuentra con la política. En este contexto, Pricope y su equipo contribuyeron a informar estrategias internacionales para abordar el creciente riesgo de una reducción a largo plazo en la disponibilidad de agua, que va más allá de las sequías temporales.
Pricope destaca que «este estudio tiene implicaciones reales para Misisipi». Cuando nuestras tierras se secan, no solo sufren los agricultores. La gestión del agua se complica, los ecosistemas se ven estresados y las comunidades rurales, que ya enfrentan dificultades, se ven sometidas a aún mayores desafíos.
El equipo de investigación subraya soluciones que pueden ayudar a Misisipi y a Estados Unidos a mantenerse a la vanguardia, incluyendo estrategias de riego más inteligentes, un mejor monitoreo mediante análisis de datos, el cultivo de variedades resistentes a la sequía y la restauración de tierras degradadas para retener más agua y reducir el riesgo a largo plazo.
Se enfatiza la necesidad de pasar de la reacción ante crisis a una planificación proactiva, integrando la gestión del agua, la restauración de tierras y el apoyo a la agricultura en una estrategia coordinada.
Pricope concluye que «la aridificación no es solo un problema global que parece distante de nuestras vidas en Misisipi y en Estados Unidos. Es crucial actuar ahora para proteger nuestras granjas, bosques y familias».
Más información: Narcisa G. Pricope et al, Increasing aridification calls for urgent global adaptive solutions and policy action, Nature Water (2025). DOI: 10.1038/s44221-025-00432-9
Proporcionado por Universidad Estatal de Misisipi
