El presidente ruso, Vladimir Putin, ha ordenado un alto el fuego en el conflicto de Ucrania durante tres días, en conmemoración del 80.º aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. La tregua se llevará a cabo del 8 al 10 de mayo, según ha informado el Kremlin.
Putin ha justificado esta decisión por “consideraciones humanitarias”, y ha ordenado la suspensión de todas las acciones militares contra las fuerzas ucranianas desde la medianoche del 7 al 8 de mayo hasta la medianoche del 10 al 11 de mayo. Este anuncio se produce en un contexto de intensificación del conflicto, donde las hostilidades han continuado a pesar de los intentos previos de establecer treguas temporales.
Expectativas y advertencias del Kremlin
El Kremlin ha manifestado su expectativa de que la parte ucraniana respete la tregua, advirtiendo que, en caso de violaciones por parte de las fuerzas de Kiev, el ejército ruso responderá de manera “adecuada y efectiva”. Esta declaración resalta la tensión existente y el escepticismo sobre la posibilidad de un cese real de las hostilidades.
En ocasiones anteriores, Putin había declarado un alto el fuego por motivos similares, como ocurrió durante la festividad de Pascua, que comenzó el 19 de abril y se extendió hasta el 20 del mismo mes. Sin embargo, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que, a pesar de las violaciones de la tregua por parte de Ucrania, el nivel general de actividad militar había disminuido a lo largo de la línea del frente.
El Kremlin concluyó su mensaje reafirmando su disposición a participar en conversaciones de paz sin condiciones previas, con el objetivo de abordar las causas fundamentales de la crisis ucraniana y fomentar una interacción constructiva con socios internacionales.
Este nuevo alto el fuego se presenta como una oportunidad para la reflexión y el diálogo, aunque la comunidad internacional observa con cautela la efectividad de esta medida en un conflicto que ha dejado miles de muertos y un impacto devastador en la región.
